domingo, 8 de enero de 2017

GREDOS 2017







No entraba en los planes para nada, pero al surgir la posibilidad de prolongar unos días el viaje familiar que hacemos todos los fines de año a Cáceres, enseguida me vino a la mente Gredos. Ya había tocado la zona unas cuantas veces, pero me faltaba por conocer la zona más mítica.



Así, empecé a tantear las rutas a realizar. Serían cuatro, y barrerían todas las zonas transitables en bici de carretera:













1.- Zona Oeste: Salida desde Béjar, pasando por Candelario, para subir Tremedal, descender hacia el Barco de Ávila, y a la vuelta, terminar en la Covatilla.



2-    Zona Central: Salida desde el Parador de Gredos, hacia Piedrahíta, para subir Peña Negra, y terminar en la Plataforma de Gredos.




3-    Zona Este: Salida desde Mombeltrán, para subir la Centenera, bajar hacia San Esteban del Valle, y subir el Puerto del Pico por el Sidrillo.



4-   Puertos Míticos de Ávila": Salida desde Lanzahíta, para subir Serranillos y Mijares.


 
Pese a estar en “pretemporada” desde finales de Octubre, no me había “descuidado” mucho, y había seguido haciendo alguna que otra ruta exigente, por lo que creía llegar con un puntito de forma adecuado para afrontar estas etapas sin mayor complicación.

Entre estas rutas previas, ha habido algunas muy interesantes, como las realizadas en la zona sur de la provincia de Granada.  La primera, con salida desde Dúrcal, y pasando por Albuñuelas, Pinos del Valle, presa de Rules y Órgiva, antes de subir a Cañar, del que dicen en las páginas especializadas que es un “mini Alpe D´Huez”, con 29 curvas de herradura y unos números respetables. La vuelta por Lanjarón y Beznar, completando 99 km y más de 2.200 m de desnivel


Subida a Cañar


CLIC AQUÍ PARA VER RUTA: Durcal-Albuñuelas-Pinos del Valle-Presa de Rules-Órgiva-Cañar-Lanjaron-Beznar


 
Hasta donde se pudo llegar
La segunda, por esta zona de Granada, fue para afrontar la subida a un Puerto "casi imposible", el de la sierra de Sierra de Lujar, el "Gamoniteiro" andaluz. El asfalto pésimo no fue un impedimento, pero para el "Cicloalpinismo" aún no estoy preparado, Me quedé a 2,5 km de la cima, con toda la carretera cubierta de nieve, pero el espectáculo de ver en una misma panorámica, Sierra Nevada y el Mar Mediterraneo, ya fue suficiente.



Panorámica desde Sierra de Lujar


Tramo final de la subida desde Torvizcon
Antes, para abrir boca, una nueva subida a Haza de Lino, esta vez por Torvizcón, que me sorprendió por su dureza, con continuas rampas de dos dígitos. (Será de paso en la próxima edición de la Ruta de los Nazaríes del Club “Guad al Xenil”)









CLIC AQUÍ PARA VER RUTA: Presa de Rules-Torvizcón-Haza de Lino-Sierra de Lujar


Pero en esta pretemporada atípica, lo más novedoso es que he empezado a “coquetear” con el ciclocrós, ya que la última vez que estuve en Sierra Mágina, me prometí subir alguna vez hasta la cima del Almadén (donde los últimos 10 km están sin asfaltar), y porque un posible “proyecto” para 2017, va a requerir experimentar en terrenos “complicados”…(ya veremos a ver si fructifica).

Tras “tunear” mínimamente La Conor, poniéndole cubiertas de 28 mm, y probar a pasar por pistas de tierra, como las de los Toruños, o la vía verde de la Sierra, me dispuse a realizar el primer ensayo serio: la subida al Mogote (sierra de Lijar).




Cima del Mogote
La salida desde Puerto Serrano, para tomar el tramo de Vía verde hasta el Peñón de Zaframagón (unos 30 km), que los montañeros conocen de sobra, pero que para mí era todo un descubrimiento. Tras salir de la vía verde, incorporación a la ctra de Olvera a la Muela, para enseguida tomar el desvío hacía el área recreativa donde se inicia la subida, que resultó simplemente espectacular, pareciéndome la más dura de la provincia de Cádiz, con 10 km por tierra y varios rampones de hasta el 20 % (de hormigón), y sobre todo, con las vistas de Grazalema que hay ahí arriba...



La bajada, hubiera sido más fácil hacerla en parapente, pero tampoco resultó tan peligrosa como me esperaba.

CLIC AQUÍ PARA VER RUTA: Vía Verde Puerto Serrano- Peñón Zaframagón-Ctra La Muela-El Mogote-La Muela-Ctra Algodonales



Vista del Almadén desde el Mojón Blanco
Animado al ver que no era tan “difícil” andar por tierra con la bici de carretera, en la primera oportunidad que tuve, me decidí a realizar el reto de subir el Almadén, el techo "accesible" de la provincia de Jaén (2038 m), y que como ya he comentado en alguna ocasión, sería el Mont Ventoux andaluz, de asfaltarse hasta arriba. (De momento, hay que conformarse con los primeros 14 km).
Los 14 restantes, la verdad es que no fueron muy agradables ya que la pista estaba peor de lo que me podía imaginar, con muchas zonas de piedras, pero ya metido en faena, era ahora o nunca.




En la cima del Almadén
La recompensa, la vista de 360º que hay desde la cima, dominando todo Jaén. Incluso se veía perfectamente Sierra Nevada, toda blanca, lástima que las fotos no lo captaron con tanta claridad.



CLIC AQUÍ PARA VER RUTA: La Yuca-Mancha Real-Ctra Fuenmayor-El Almadén



También en Jaén,  hubo otro entrenamiento serio, esta vez con los amigos de Úbeda. Y es lo que tiene salir por aquí...cualquier "rutita" se convierte en algo excepcional. Con salida desde La Yedra a Cabra de Santo Cristo, por Larva y vuelta por Jódar. 120 km, y cerca de 1.900 m de desnivel, y a un ritmo casi al límite, porque no veas como anda esta gente, normal con el entorno que tienen.

El grupo, con Cabra de Santo Cristo al fondo
 CLIC AQUÍ PARA VER RUTA: La Yedra-Úbeda-Larva-Cabra Santo Cristo-Jódar-Úbeda


Justo antes de salir para Cáceres, la última salida de 2016, con el CC Jerez, y un recorrido un tanto especial, que nos llevó a la Playa (Costa Ballena), por carreteras que no son de las habituales, pero que en invierno, es el momento ideal para cogerlas, al no haber apenas tráfico. Creo que gustó.

Parte del Club en la Playa (Costa Ballena)




Bejar, con la Covatilla al fondo.
El día de año nuevo, me dispuse a realizar la primera etapa del “stage” en Gredos. Tocaba traslado desde Cáceres a Béjar, y con el inconveniente de que se esperaba una temperatura bajísima. Y vaya si la hizo…-5.5 º llegó a marcar el Garmin a la salida.








Menos mal que al inicio se subía hacia Candelario, con lo que se pudo entrar algo en calor, y ya en la carreta de Navacarros, el sol empezaba a asomar.

Pero cuando todo parecía indicar que iba a ser un día para disfrutar, al ir a subir piñones llegando a las primeras rampas de la Covatilla, ocurrió algo que no me podía esperar…se partió el cable del cambio, con lo que era imposible seguir. Con un gran disgusto, tuve que volver hacia Béjar, habiendo hecho solo 20 km, aunque dentro de lo malo, al menos esta era la zona que ya conocía, pues tanto la Covatilla, como Tremedal, ya los había subido en otras ocasiones, y siempre podría volver en cualquiera de los habituales viajes a Cáceres.

El día siguiente, lo prioritario era arreglar el cambio, y afortunadamente, “Bicicletas Pelin”, en Cáceres, estaba abierto pese a ser festivo, y me pudieron resolver el problema. Procuraré agradecérselo participando en la “Nor3xtrem” este año, ya que forman parte de la organización.

Hubo que esperar otro día más para poder ponerme en carretera. Siguiendo con el plan, la salida estaba prevista desde el Parador de Gredos, aunque decidí recortar ligeramente el recorrido, haciéndolo desde Navarredonda, con el mismo frío o más que el primer día (supongo que el hecho de que todo el recorrido se hiciera por encima de los 1.000 m. tenía algo que ver).  


Subida a Peña Negra
La primera parte del recorrido, salvo un par de subiditas, era bastante favorable, hasta llegar a Piedrahíta, donde se inicia la subida a Peña Negra, que ya había hecho en una de mis primeras Ciclos, pero que no recordaba en absoluto (así iría…). Poco conocido, es un gran puerto de paso, con 15 km de longitud, y casi 900 m. de desnivel, para coronar a 1909 m. de altitud. Además, conforme se va subiendo, se van teniendo unas bonitas vistas de la llanura abulense, encontrándonos de frente Gredos, al llegar a la cima.








         
          Tras un rápido descenso hasta Navacepeda de Tormes, enseguida se iniciaba la segunda dificultad del día: la Plataforma de Gredos, el acceso que permite adentrarse más en su interior, con dos partes muy diferenciadas. Los primeros 8 kilómetros, en paralelo al río Robledillo, combinan falsos llanos, descansitos y rampas duras, mientras que los 4 últimos, ya entre moles rocosas, tiene una pendiente más constante, por encima del 6 %.
         Arriba, encontramos Gredos en su máximo esplendor…



        
          La anécdota fue que al echar mano al bote para beber agua, resultó que había llegado a formarse hielo…y es que sí que hacía frío.



Plataforma de Gredos

 
Creía que lo que quedaba era ya fácil, pero llegando a Hoyos del Espino, en una subidita que ni siquiera esperaba, empecé a tener hasta calambres. En total salieron, 93 km, y 2.250 m de desnivel.

CLIC AQUÍ PARA VER RUTA: Navarredonda-Piedrahíta-Peña Negra-Navacepeda-Plataforma de Gredos-Hoyos del Espino






Para la etapa de los “Puertos Míticos” de Ávila, estuve dándole vueltas hasta el final, al sentido en que hacerla…El objetivo era subir Serranillos y Mijares, pero había que elegir por qué cara hacerlo.
           Por un lado, tenía muy presente que uno de mis primeros recuerdos de ciclismo era la etapa de la Vuelta 83, donde Hinault reventó la carrera en Serranillos. (Ver video: La batalla de Serranillos Vuelta 83) ,así que a priori, lo ideal era subir por la misma vertiente que lo hicieron en esa ocasión, lo que implicaba sacrificar hacer la subida de Mijares por su cara “buena”…

          Lo dicho, hasta el último momento, dudé, y al final decidí hacerlo al revés de lo previsto, ya que Mijares, por su cara Sur, es el “gigante” de Gredos, con 22 km y casi de 1.100 m. de desnivel, a la altura de los puertos de Pirineos o Alpes, aunque algo más suave.  




La salida desde Lanzahíta, donde estábamos alojados, con dirección al pueblo de Mijares por Gavilanes, el tramo menos atractivo, aunque con las mayores pendientes. A partir, de aquí, la subida se hace más cómoda y bonita conforme se gana altura. La parte final, ya sin vegetación, y viendo en todo momento la cima, pero que parece que no llega nunca, se hace larga por el desgaste acumulado tras hora y media de ascenso...coronar fue muy satisfactorio.




Cima de Mijares

Bajando, pude comprobar que la cara Norte, sin ser tan espectacular, también tenía buena pinta, sumando 15 km. de longitud, hasta el puente sobre el río Alberche, donde se inicia la subida a Serranillos, que se va a 18 km, aunque con un tramo intermedio en descenso. Lo más interesante, a partir del pueblo, desde donde queda 6 km. a la cima, precisamente los más duros.




Bajando Serranillos por cara Sur
Tras la fotito de rigor en la cima, nada más iniciar el descenso, empecé a comprobar que independientemente del tema histórico, la cara Sur de Serranillos, era impresionante, por el tipo de carretera y el paisaje, que además en este caso estaba “adornado” por un enorme banco de niebla que cubría todo el valle del Tiétar.


           Como tenía que desviarme hacia Pedro Bernardo, no pude terminar de verlo, pero no pude evitar pensar que quizá me equivocara al cambiar de sentido. (Ya habrá otras ocasiones para ponerle remedio).

De vuelta a Lanzahíta, en la Casa Rural donde estábamos, me esperaba la familia y el mejor “recuperador” a base de proteínas posible…



Final de etapa













CLIC AQUÍ PARA VER RUTA: "Puertos Míticos de Ávila"




En la subida a La Centenera
Para el último día quedaba la ruta más corta (a las 12:00 había que estar de vuelta), y que incluía las subidas menos “conocidas”. La salida desde Mombeltran, dirección el Arenal, para subir La Centenera, que con 16 km, y casi 850 m de desnivel, es otro gran puerto, incluyendo en sus últimos 5 km, los porcentajes medios más altos de todo Gredos. La carretera estrechita, y rodeada de vegetación, con vistas al valle del Tiétar, de nuevo cubierto por la niebla. Poco antes de coronar, un antiguo refugio de pastores de piedra y paja, aumentaba el encanto del Puerto.



Desde la cima, descenso con algún tramo de llaneo, hasta el cruce del Puerto del Pico, buscando San Esteban del Valle, donde se inicia la subida del “Sidrillo” (y también la de Serranillos).



Subida a El Sidrillo
Se trata de una pista forestal asfaltada, más o menos en paralelo a la subida del Puerto del Pico, con la que conecta a kilómetro y medio de su cima, y que hace la ascensión más agradable, por el tipo de carretera y al ir más resguardado, ya que aquí pegaba bastante el viento, como pude comprobar en ese último kilómetro, ya por la carretera nacional.





         Pero merece la pena, llegar al Mirador, desde donde se ve toda la subida, con la cresta de los Picos más altos de Gredos de fondo.






Mirador del Puerto del Pico

Calzada Romana del Puerto del Pico
          El descenso, rapidísimo, y con la curiosidad de cruzar en varias ocasiones la calzada romana que se conserva hasta la cima (aunque no sé cómo podían subir por ahí con carretas).


          
Castillo de Mombeltran

Y con la llegada al punto de salida, junto al Castillo de Mombeltran, me despedía de Gredos, sin duda, un sitio que merece la pena, al más alto nivel.




 Afortunadamente, dentro de este mismo 2017, he podido repetir la ruta de la Covatilla, y con una diferencia importante: a la salida en Béjar, el termómetro marcaba 11º (17 más que en la intentona anterior).

Subida de El Tremedal
Sin ningún contratiempo, enseguida estaba coronando el puerto de la Hoya, ya que descarté pasar por Candelario, para nada más bajar, al llegar a Becedas, iniciar la subida a Tremedal. El puerto, relativamente cómodo, de 9 km, al 6 % de media, con bonitas vistas conforme se va ganando altura, que lo hacen más ameno, llegando en la cima a los 1.637 m.



Iba un poco preocupado por el estado en que podría encontrarme la carretera en la bajada, pero no hubo ningún problema, llegando a el Barco de Ávila, para coger ya dirección a La Covatilla. El terreno de aproximación pasó rápido, llegando a Becedas, donde ya se empieza a subir, pasando de nuevo el alto de la Hoya, donde está el desvío para afrontar la parte final.





En la Covatilla
Tras un kilómetro casi llano, llega una primera rampa al 15 %, a partir de la que empieza el tramo más complicado, de unos 4 km, al 10 % de media, donde se van sucediendo las curvas de herradura. Por fin, a lo lejos, aparece la Estación de ski, aunque todavía quedan unos 3 km, en los que hay que superar de nuevo varias rampas a más del 12 %. 



En la cima, poca nieve, para ser final de año, pero aún así, el paisaje impresionante.

La bajada, con mucha precaución al estar la carretera mojada, lo que me dio que pensar en la “suerte” que tuve la vez anterior con la rotura del cable del cambio, ya que con total seguridad, la carretera habría estado helada (si es que no hubiese pillado una hipotermia antes…).


De vuelta en Bejar, en total, 86 km, y 2030 m de desnivel, en 4:05, y ya con la idea de volver en 2018…