martes, 20 de junio de 2017

QUEBRANTAHUESOS 2017


 
Después del fiasco del año pasado, para 2017 el objetivo propritario era debutar por fin en la Quebrantahuesos. Y la idea, como siempre, era hacerlo lo mejor posible, “dándolo todo”, con todo el trabajo previo que implica afrontar una prueba de 200 km y 3.400 m de desnivel, con la aspiración de hacer Oro.
 
 
 
 
 
 
 


Como no soy de seguir planes específicos de entrenamiento, me he limitado a hacer lo que me apetecía, aunque por “prudencia”, descarté participar en alguna que otra prueba que me hubiera gustado hacer, como la Indomable de Berja, o La Pirineo Costa del Sol de Alfarnate, que el año que vienen serán fijas en el calendario . A cambio, he podido aprovechar varios viajes a Granada por motivos diversos, para hacer entrenamientos en altura, “casi como los Profesionales”.


Maté y Valverde en acción.
 
De hecho, una publicación en Facebook de Luis Angel Maté, en la que se le veía subir junto al gran Alejandro Valverde, por la vertiente no asfaltada del Collado del Alguacil, me animó a ir a probarla en la primera ocasión.
 
 
 



"Cara B del Collado del Alguacil"
Con salida desde Cenes, enseguida desvío hacia la carretera del Pantano de Quentar, en busca de Tocón, donde se inicia la pista, en bastante buen estado, con solo un tramito complicado para ir en bicicleta de carretera, al haber demasiada grava suelta. Los desniveles, suaves en comparación con los de la “Cara A”, algo más exigentes al final (justo un tramito de 2 km que hay asfaltado)… No es el Col de la Finestre, pero sí un buen puerto de primera y tiene su encanto.



 
Desvía hacia en CARD.
 
Después del descenso, subida por el Duque hasta el Collado de las Sabinas, y ya para arriba hasta que el cuerpo aguantará, que fue a la altura del Centro de Alto rendimiento, a unos 2.300 m de altitud. Por cierto, la máxima cota que puede alcanzarse en toda la Península, en una ruta circular.
 
 
 
 
 
 
Subida al Veleta. Cota 3.200.
Para la siguiente ruta en Sierra Nevada, la idea era llegar lo más alto posible, así que fui directo al grano, subiendo desde Cenes por Pinos, hasta el Dornajo, para seguir por la carretera nueva hasta Pradollano, y llegar a la Hoya de la Mora por el CARD. Tras la barrera, camino del Veleta, lo mejor. Hasta los 3.200 m sin ninguna complicación, Ahí ya el estado de la carretera no anima a seguir, pero tampoco hace falta…

 



Subida al Collado de las Sabinas
 
La tercera, fue improvisada, coincidiendo además con Javi Quesada y su hermano Fernando. Hicimos una buena subida hasta el CARD por Pinos y El Collado de las Sabinas, regalándome Javi unas preciosas fotos, como siempre que nos juntamos.



Con los hermanos Javi y Fernando Quesada


En el Dornajo, nos despedimos y yo proseguí hacia Güejar, bajando por Hazallanas, para subir el Alguacil, pensando ya en el Marie Blanque, y es que es difícil encontrar un puerto de 8 km por encima del 10 % de media…





Cima del Collado del Alguacil
 
 
Pero cuando ya había cantado victoria, justo al final de la bajada, probé lo duro que está es asfalto…no fue nada serio, pero me fastidió el día, y me tuvo dolorido una semana.
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Subida a La Cabra

Una vez recuperado, en un nuevo viaje a Granada, tuve la ocasión de añadir al "curriculum" otro superpuerto...La Cabra. La subida en sí, desde Ontivar hasta el Collado de los Poyos del Pescado, de 24 km y 1.200 m de desnivel, ya está bien, pero si se añaden los 8 km previos desde Ïtrabo, y los 10 posteriores de tobaganes, hasta llegar a la cota máxima (1358 m), ya son palabras mayores…


 


 
Grazalema.
Por supuesto, en nuestras sierras, también ha habido entrenamientos. En Grazalema, un clásico que repito siempre que hay que preparar una prueba de montaña... Boyar, Montejaque, Palomas por Gaidovar y Palomas por Zahara. Me propuse subir cada puerto en menos de 1 hora y así fue. (Boyar, 58:50, Palomas por Gaidovar, 59:30 y Palomas, 55:00).
3.100 m. de desnivel, en 111 km.

 
Y el último entrenamiento específico, como no, en la zona de los Reales, mi sitio fetiche. La salida desde Manilva, para subir hacia Casares, y volver a bajar por Estepona, para hacer Peñas Blancas, por el Arroyo Parroso, por variar. De ahí, bajada hacia Ganalguacil, con el objetivo de dejar para el final la subida a Los Reales por Jubrique, que es lo más parecido al Portalet.
En solo 96 km, se acumulan los mismos metros de desvivel que en toda la Quebrantahuesos (3.400 m), lo que da idea de la dureza y las posibilidades que ofrece la Sierra Bermeja. 



 
Mirador de Los Reales.
 
Las sensaciones fueron buenas, pero tras analizar los datos, me sorprendió que había marcado record personal (según el Strava), en todas las subidas, incluso en el tramo Peñas Blancas-Los Reales, que había hecho ya al final, comenzándolo con 2.800 m. de desnivel acumulado…Así que, aunque tenía mis dudas, todo apuntaba a que estaba en perfectas condiciones para la QH.
 
 
 
 


Como no soy de conformarme con el plato principal, para aprovechar el viaje tenía preparado entrante y postre…


El viernes, día de llegada a tierras aragonesas, tenía pensado el recorrido de la Treparriscos para hacer piernas, aprovechando que tenía el hotel a pie de la carretera, pero dándole vueltas al asunto, viendo que tenía tiempo se sobra, y que Laruns me quedaba a escasos 60 km., pensé por qué no subir el Aubisque, que era el único de los grandes coles de los Pirineos que me faltaba…



 
 

El Aubisque.

Y así fue, me planté en Laruns, y tras rodar 25 km por la zona, encaraba las primeras rampas. Evidentemente, me lo tomé con total tranquilidad, por lo que me pareció un puerto muy llevadero, sin apenas rampas por encima del 10 %, como tiene que ser. Lo mejor, sin duda, los últimos kilómetros, y la llegada a la cima, donde se encuentran las 3 grandes bicicletas con los colores de los maillot del Tour, aunque una inesperada y densa niebla, deslució un poco el espectáculo.



Tras bajar, quise hacer un par de kilómetros del Portalet, para ver lo que me esperaba…
Inicio del Portalet
 
Y por fin llegó el día. Madrugón obligatorio, para llegar, encontrar sitio para aparcar, y colocarse en el cajón de salida, aunque para todo el volumen de personal concentrado en la zona, tampoco fue un problema excesivo.
 
Antes que nada, hay que decir, que la organización es impresionante.  Me asombra como una simple “marcha cicloturista”, se ha convertido en un evento de tal magnitud. Se cifra el impacto económico en 7,5 millones de euros. A ver si las autoridades de por aquí toman nota y colaboran en lugar de poner trabas para la cebración de pruebas ciclodeportivas…
 
 
 


Sobre las 7:15 ya estaba preparado (la salida oficial era a las 7:30), y sobre las 7:45 y estaba pasando por la línea de salida.
Salida en Sabiñánigo.
El plan era simple. Apretar, apretar y apretar. Así que, casi siempre al límite, los primeros quilómetros pasaron volando, llegando a Canfran, donde empezaba la subida a Somport con casi 38 km/h de media, y coronando con 1:45. La bajada hacia Escot rapidísima, con el placer de tener la carretera cerrada al tráfico, llegando a pie del Marie Blanque con 32 km/h de media. La parte final del Puerto, como era de esperar, se hizo duro. Menos mal que solo eran 4 kilómetros. Por cierto que hay video del paso por la cima (a partir del segundo 40…).
 
Enseguida pasó lo malo, y volvimos a coger ritmo camino de Laruns.
 
Comencé a subir el Portalet, cuando ya iban 120 km, con 4:00, por lo que ya era consciente de que por muy mal que se diera, el Oro estaba asegurado, ya que para mi categoría, el límite era 7:55.  Decidí continuar al mismo ritmo, para ver hasta donde era capaz de rebajarlo.
Inicio del Portalet
 
 



 
 
 
 
 
 

Bajada del Portalet. Un poco de "postureo..."
 
 
Pero el Portalet es muy largo, y aunque no flaqueé, a la cima llegué ya con 5:50, por lo que bajar de 7:00, algo que se me había pasado por la cabeza en algún momento, era ya complicado (Quedaba aún 50 km).





De nuevo lanzado cuesta abajo, en busca de Hoz de Jaca, donde ya sí empecé a acusar el esfuerzo. Pasé los dos kilómetros de subida como pude, y ya era dejarme llevar hasta la meta.

Subida Hoz de Jaca.
Tramo final.

 
Caí en un grupo en el que iba Chema Arguedas, que aguanté hasta la entrada a Sabiñánigo, donde en un repechito me quedé ya desfondado. Afortunadamente, estaba todo hecho, quedaban solo 4 km. y favorables, y ni siquiera un problemilla mecánico de última hora, impidió que todo saliera a la perfección.
 
 
 
 
 
 

Línea de meta

 

El tiempo final, 7:19, que según todos los amigos que me han comentado, es muy buen tiempo, aunque a 1:40 del primero. Viendo la clasificación, 2200 de 7.759, muy por encima de lo habitual, debo estar bastante contento.

Como anécdota, decir que nos acompañaron ilustres como Abrahan Olano, que atacó de salida, llegando 3º a Marie Blanque, aunque luego se ve que cedió terreno y terminó 21º, Miguel Indurain, que quedó el 249, u Oscar Pereiro, que se lo tomó con más calma y solo me sacó 29 minutos.

 
 

 



El problema de haberla hecho “tan bien”, es que va a ser difícil encontrar motivación para volver, ya que será difícil mejorar. Pero como la experiencia ha sido muy positiva, tampoco puedo decir que no repetiré.

CLIC AQUÍ PARA VER RUTA: Quebrantahuesos 2017



Y el Domingo había que rematar la faena. Me había trasladado a Isaba, con la idea de hacer parte del recorrido de otra de las grandes pruebas que se celebran en la zona: La Larrau, y de paso, rodar por primera vez por carreteras navarras.




Tenía claro, el trayecto, pero no el sentido. Había que decidir, subir Pierre Saint Martin por Isaba y Larrau por la vertiente francesa, o Larrau por el Puerto de Laza y el Col de Soudet.

Cima Pierre Saint Martin
 
Opté por la primera opción, por poder contar que subí Larrau por la cara donde se hizo en aquella etapa del Tour con final en Pamplona en la que reventaron a Indurain y que de hecho está considerda como la más dura de los Pirineos.

Muy temprano estaba ya dando pedales, y las piernas parecían responder, aunque lo cierto es que la vertiente navarra de Pierre Saint Martin no tiene ninguna dificultad.
 
 

Aproximación  a Larrau

Sí que me sorprendió la larga bajada por el Col de Soudet, de carretera más estrechita y con algunas rampas de bastante pendiente donde llegué a alcanzar 80 Km/h.


Tras unos 10 km por el valle de Le Saison, la carretera comenzó a aumentar de pendiente de forma repentina. Era el inicio de un auténtico martirio…

 
 
 

 

Cima de Larrau

Los dos primeros kilómetros ya hicieron daño, con un descansito al paso por Larrau pueblo, para ya de forma continuada, hacer la parte central, de 7 kilómetros, con los últimos tres por encima del 11 % de media, hasta llegar al col de Erroymendi, donde parecía acabar todo. Pero quedaban tres kilómetros de falso llano, y otros dos más finales, de nuevo por encima del 10 %...en total, echando el resto, 1:25 para subirlo, que de nuevo, viendo los datos en Strava, no parece estar muy mal.


 

Isaba/Itzaba
La bajada, hacia Isaba, me gustó mucho, por lo que empecé a pensar que hubiera disfrutado más haciendo la ruta en el sentido contrario, tal y como tenía previsto en un principio, sobre todo, porque hubiera evitado encontrarme al final la subida al puerto de Laza, solo 3 Kilómetros, pero que tras el esfuerzo en Larrau, me costó mucho más de lo que cabría esperar…iba ya listo del todo. Menos mal que los últimos 10 km, eran de nuevo favorables. En total 98 km y 2.500 m de desnivel, en 4:55.


 
La Larrau es una prueba que siempre me ha llamado la atención, pero nunca me ha venido bien al hacerse en Septiembre, además con el riesgo de que haga mal tiempo. Pero habrá que volver, y una opción puede ser la Marcha de Indurain, que es en Julio, con salida desde Villaba.
Pero eso será otro año, porque este, lo siguiente vuelve a ser en Los Pirineos, pero en la zona catalana. La excusa, la Ruta Minera en Berga, que como siempre ya complementaré con un alguna que otra salida más.