miércoles, 12 de agosto de 2020

Alpes Suizos 2020

Desde hace tiempo tenía anotada en la Agenda Le Tour des Stations, prueba organizada por La Marmotte en el cantón suizo de Valais, y el año pasado, tras la participación en L'etape du Tour, donde incluyeron folletos informativos sobre la prueba en la bolsa del corredor, empecé a plantearme seriamente la idea de visitar Suiza.


Todo hacía indicar que este año no iba a ser, dadas las circunstancias, pero al final nos animamos a pasar allí unos días de vacaciones en familia, sí bien a última hora estuvimos a punto de quedarnos en tierra debido al anuncio del Gobierno Suizo de la aplicación de una cuarentena de 10 días a los viajeros procedentes de España...nos hemos librado porque entraba en vigor a partir del Sábado 8, y nuestra llegado al país fue el Jueves 6, confirmándonos desde la Embajada española que no nos afectaba.

Teníamos previsto pasar 5 días, así que aparte de la carrera,  podía preparar cuatro rutas más, siendo posible tocar diferentes zonas del país.

Tras unos días investigando, y cuadrando recorridos, sitios de estancia, y excursiones, resultó un menú más que interesante.


El primer día, llegando en avión a Bérgamo, nos alojamos en Airolo, pueblo cercano a la frontera, donde casualmente tiene su inicio el Paso de San Gottardo, famoso por el adoquinado de sus 6 kilómetros finales y su trazado con numerosas herraduras, que aunque no supusieron mucha dificultad, hacen que sea una subida muy especial.

Gotthardpass (desde carretera a Hospental)
 



Parte final de San Gottardo


Arriba un bonito panorama, con el lago y el Museo de San Gottardo como protagonista.

Museo en Cima de San Gottardo

Tocaba bajar, encontrándome los tres primeros kilómetros también de adoquines, pero enseguida pasaron y pronto estaba encaminado hacia la segunda dificultad del día: el Furkapass, algo ya más duro, coronando a 2.436 m y que ya te deja cerca de los grandes picos alpinos, disfrutando en la bajada de unas impresionantes vistas...


Vista desde el Furkapass

Para cerrar la ruta, quedaba el Nufenenpass, menos conocido que los anteriores, pero que arrojaba ya unos números muy respetables: 14 km, al 7,5% de media, para coronar a 2.478 m de altitud, y con más de 1.000 m de desnivel.

 

Se hizo largo, pero las vistas en la cima eran ya un anticipo de lo que me esperaba los siguientes días. Sólo quedaba un largo descenso, llegando a Ariolo sobre la bocina, pues a las 11:00 había que dejar el hotel y para eso los suizos son muy puntuales.

En total, 97 Km y 2.800 m de desnivel, que no estuvieron mal para abrir boca.




De camino a Martigny, donde se recogían los dorsales, hicimos parada en Fiesch, donde se toma el teleférico para subir al Glaciar Aletsch, el mayor de toda Europa, y a pesar del precio, el espectáculo no defraudó. Lástima que aquí sea imposible acceder en bicicleta...

Glaciar Aletsch, desde Eggishorn

Visto el glaciar, y recogido el dorsal, llegamos a Villar sur Ollón, donde establecimos el "campamento base": un coqueto apartamento con vistas a los Alpes y piscina climatizada, donde no estuvimos nada mal...

El sábado era el día de la prueba, así que en principio el objetivo era hacerla de la mejor forma posible y punto. Pero como al haber hecho la inscripción ya muy tarde, ya no había plazas ni para el ultrafondo (240 km y 7.800 m de desnivel), que de todas maneras no habría hecho ni loco, ni para el gran fondo (145 km y 4.300 m), que era la que me hubiera gustado,  me había tenido que conformar con el medio fondo, que se me quedaba algo corta. Así que viendo que a las 6:00 ya había luz suficiente y la salida no era hasta las 8:00, decidí alargar la ruta, subiendo antes al lago de Champex, que pillaba de paso y me permitía sumar 35 km y unos 800 m de desnivel...conforme subía, me iba arrepintiendo un poco, porque resultaba más duro de lo que esperaba y tuve que apretar bastante para llegar a tiempo a la salida.

Champex Lac


La prueba en sí, no fue de lo mejor del viaje, ya que como me pasó en la Cerdanya cycling Tour, cualquier ánimo competitivo estaba descartado y el recorrido podría haber sido más atractivo. Sin embargo, me llevé la sorpresa de que nos metieran por algunos tramos de tierra (mis incursiones por los carriles de los Toruños me han servido de algo), y sobre todo, con la ubicación de la meta, en la cima del Col de la Croix de Cuore, desde donde de repente, tras pasar la última rampa, descubres la vista del Grand Combin, uno de los cuatromiles de la zona, con gran cantidad de nieve...pareció que todo el recorrido estaba pensado para esta sorpresa final...

Vista desde  la Croix de Cuore (Verbier)

En total, 138 km, con unos 3.700 m de desnivel (aunque Strava marcó más de 4.000), y otra medalla finisher para la colección. La clasificación, lo de menos, pero de la mitad hacia arriba para no perder la costumbre.



Y como no, un bonito reportaje fotográfico en carrera…







CLIC AQUÍ PARA VER RUTA: Le Tour des Stations


El Domingo tenía planeada una "sorpresa" para mi mujer: ir al Vitra Design Museum en Alemanįa, por lo que no me podía entretener mucho, así que elegí hacer la llamada “Route du Tour”, un recorrido que desde Martigny, reproduce el final de la Etapa del Tour de 2016, con meta en el Lago de Emosson y la subida previa al Col de la Forclaz, encadenado de unos 30 km, y 1.800 m de desnivel, que se me hizo muy duro, pero con unas vistas en la parte final sobre el macizo del Mont Blanc impresionantes...


Salida desde el Anfiteatro romano de Martigny

Cima el Col e la Forclaz

Subida a Emosson-Finhaut

Emosson Lac

Vista del macizo del Mont Blanc

Para la bajada, creía haber encontrado una vía de escape para recortar, pero que resultó un camino sin asfaltar en muy malas condiciones, que me complicó mucho las cosas...no sé cómo salió la wave viva de allí...a pesar de los años y los miles de kilómetros que lleva se ha portado estupendamente, por cierto.

CLIC AQUÍ PARA VER RUTA: Martigny-Col de la Forclaz-Finhaut-Emosson (Route du Tour)


El cuarto día estaba reservado para uno de los puertos míticos de los Alpes, el Grand Sant Bernard... Tras muchas dudas sobre cómo plantear la ruta, y viendo que solo tenía sobre 3 h:30 para hacerla, porque tocaba desplazamiento hacia la zona de Interlaken, decidí salir desde donde  más o menos comienza la altimetría oficial de la vertiente suiza, y una vez arriba, tras 28 km de subida ininterrumpida, "asomarme" a la vertiente italiana.

Los kilómetros iniciales, un tanto aburriros, hasta ganar altura y empezar a tener vistas de los picos de la zona, para tras pasar por Bourg San Pierre, meterse en una galería de más de 4 km, un poco agobiante por el tráfico y la falta de perspectivas. A la salida de ésta, se entra en la parte final, lo verdaderamente interesante, muy exigente, con unos 7 km, por encima siempre del 8%, y un trazado que recuerda en cierta forma al Galibier. Arriba, tras pasar bajo el histórico Hospicio, un entorno idílico, y la frontera con Italia.



Tramo final vertiente suiza del Paso de San Bernardo



Col du Grand Sant Bernard

“Solo” llevaba 2 h:30, así que calculé que tenía un margen de media hora, por lo que me lancé hacia el Valle de Aosta unos 5 kilómetros. A mi pesar tuve que dar media vuelta porque esta otra cara tenía muy buena pinta…



Tramo final vertiente italiana Col du St-Gd-Bernard



Y para el final, me había reservado el plato fuerte…

Nos habíamos trasladado a Gindelwald, estación de montaña hasta con nombre de cuento, al pie de algunos de los picos más altos de los Alpes Berneses, como  el Jungfrau o el Eiger. Y los dos puertos que tenía a mano, el Grosse Sheidegg y sobre todo, Männlichen, sobre el papel asustaban…

Desde Hotel Gasthof Panorama de Gindelwald

Salida justo desde el hotel, que si los anteriores tenían buenas vistas, las de este eran ya insuperables, para directamente afrontar las primeras rampas del Grosse Sheidegg, por una carreterita estrecha, restringida al tráfico rodado, que era una delicia, a pesar de los altos porcentajes… solo 7,5 km hasta la cima, pero al 11% de media.


Subida al  Grosse Sheidegg

                                                                                                                                      Cima del Grosse Sheidegg

Tras un respiro en la cima, vuelta a la casilla de salida, para ir en busca del Männlichen, más contundente aún.


La carretera, del estilo de la anterior, con la inmensa mole del Eiger como referencia.

Los 12 Km, al 10 % de media, se hicieron largos, pero las piernas no respondieron mal, a pesar de todo lo que llevaba hecho los días anteriores y que en apenas 35 km, había acumulado 2.000 m de desnivel. En todo caso, lo incluyo dentro de mi Top 5 de puertos más duros.

Subida a Männlinchen
 

Cima de Männlinchen

En la cima, últimas fotos para el recuerdo, y descenso rápido hacia Grindelwald, para rematar con dos kilómetros de subida hasta el hotel, donde me esperaba la familia ya con todo recogido para iniciar el viaje de vuelta.


CLIC AQUÍ PARA VER RUTA: Grindelwald-Grosse Sheidegg-Männlichen


El balance  más que positivo, habiendo visitado la mayor parte de las zonas de interés del país, y sumando sobre 400 km y 12.300 m de desnivel en las cinco rutas.

Sobre el coste de la vida en Suiza mejor ni hablar, pero que la familia me haya seguido el rollo hasta allí, no tiene precio…




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