Los viajes por caminos y con mochilas han existido desde siempre, pero ahora se les ha puesto un nombre más "comercial" y, siendo de lo poco que me quedaba hacer en bici, había que probarlo. Y qué mejor forma de hacer mi primer viaje "autosuficiente", que yendo desde la casa de Jerez a la casa de Linares aprovechando el Puente de la Constitución...?
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Paseo de Linarejos |
Por tanto saldría una primera etapa Jerez-Lucena, de 210 km, quedando una segunda, Lucena-Linares, de 150 km.
El primer día quería pasar también por la vía verde de la Sierra, que empieza a ser uno de mis sitios favoritos, llegando a Puerto Serrano desde Bornos. Como decidí salir el Sábado 4, y ese día había ruta del Club y "casualmente" partía hacia Arcos, aproveché para ir acompañado los primeros 30 km, lo que me vino bastante bien.
Una vez los compañeros se desviaron hacia Paterna, yo continué mi camino, aunque sobre la marcha improvisé hacer la subida a Bornos por el Camino cortado, aunque eso suponía alargar un par de kilómetros. Tras la bajada, primer tramo de tierra, bordeando el Coto de Bornos, para buscar la carretera del aeródromo de Villamartín, enlazando cuando se acaba el asfalto ya con el trazado de la vía verde, aunque no está acondicionado hasta el inicio propiamente dicho.
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Bornos |
Como dije antes, la vía verde me gusta más cada vez que paso, confirmándolo de nuevo esta ocasión...el entorno, el buen estado del firme que permite pasar ligero y los pasos por los túneles y viaductos, le dan un encanto especial.
La primera parada para comer la hice en la Estación de Coripe, donde tenía previsto salirme de la Vía Verde para ir a buscar un carril que había visto en Google Maps y que tenía buena pinta, uniendo Coripe pueblo con la carretera de Villanueva de San Juan a través del Cortijo Gaena y la finca la Laguna...menuda trampa en la que me metí, encontrando multitud de subidas, algunas con porcentajes hasta del 20 %. Y una vez que salí de la tierra, la carretera hasta el Saucejo tampoco dió tregua. Me había sorprendido que en Coripe llevaba ya casi 900 m desnivel, pero es que en los siguientes 40 km, sumé otros 1.000, lo que me dejó bastante tocado.
Desde Martín de la Jara, hasta Gilena, nuevo tramo de grava, aunque en muy buenas condiciones y favorable, experimentando la sensación de velocidad en un terreno así que solo la bici de gravel puede permitir.
En Gilena segunda parada, antes de afrontar la subida a Estepa, la mayor dificultad que me quedaba, y que un poco me dio la puntilla, empezando a tener calambres en la pierna derecha, con 50 km aún por delante.
Me recuperé un poco en la bajada hacia Herrera, pero ya en cualquier repecho sufría mucho, y a todo esto, empezaba a oscurecer, con lo que tampoco podía relajarme, para tratar al menos de llegar a Puente Genil con luz y que si me pillaba la noche fuese ya en el tramo de la vía verde del Aceite donde no tendría el peligro del tráfico. Y así fue, consiguiendo llegar al desvío con buena visibilidad.
Me recuperé un poco en la bajada hacia Herrera, pero ya en cualquier repecho sufría mucho, y a todo esto, empezaba a oscurecer, con lo que tampoco podía relajarme, para tratar al menos de llegar a Puente Genil con luz y que si me pillaba la noche fuese ya en el tramo de la vía verde del Aceite donde no tendría el peligro del tráfico. Y así fue, consiguiendo llegar al desvío con buena visibilidad.
Pero el tramo final se hizo muy largo. Quedaban 18 km, con una suave pendiente ascendente, que terminó de machacarme, volviendo a tener calambres generalizados. Muy lentamente, iban pasando los kilómetros, hasta que por fin, ya totalmente de noche, vi las luces de la entrada a Lucena, justo donde tenía reservado el hotel. Pocas veces me he sentido tan aliviado de terminar una ruta...
Menos mal que de Lucena a Linares los primeros 100 km eran íntegros por la vía verde, que lo bueno que tienen es que al discurrir por antiguos trazados ferroviarios, siempre tienen pendientes muy suaves, por lo que pude poner un ritmo decente a pesar del cansancio del día anterior.
Puntos a destacar, las estaciones de Lucena y Cabra, perfectamente rehabilitadas, el paso por Zuheros, espectacular desde el punto de vista paisajístico, y el centro de la Bicicleta de Doña Mencía, hasta los topes de autocaravanas que habían optado por esta forma de hacer turismo.
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Estación de Lucena |
Atravesada la provincia de Córdoba, paso por Martos, Torredonjimeno y Torre del Campo, destacando varios grandes viaductos de hierro y algún que otro túnel, para por fin llegar a Jaén capital.
Para ir hasta Linares, lo más fácil hubiera sido hacerlo por la antigua Nacional, pero opté por "recortar" hasta las Infantas por una carretera secundaria con tramos sin asfaltar, y que a pesar de atravesar por el típico "mar de olivos de Jaén", resultó menos interesante de lo que esperaba.
El tramo final, ya sin experimentos, por la carretera de Jabalquinto, con aire favorable, haciéndolo más cómodo, llegando a la meta que había fijado en el Paseo de Linarejos, sitio emblemático de la ciudad.
Entre los dos días, 350 km y cerca de 4.000 m desnivel, sumando 15 horas sobre la bici. Y lo más importante, todo a la perfección, sentando la base para futuros "proyectos". El próximo Bikepacking, casi seguro, la subida al Veleta desde la Costa y vuelta por Granada...
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