Sin
duda, el reto realizado hasta la fecha más exigente, y que será
complicado superar.
La idea surgió al ver publicidad de una prueba organizada con la denominación “Norte a Sur”, y que consistía tal como indican en su web “en recorrer en autosuficiencia y con bolsas de bikepacking, los 999 km que unen Zaragoza y Sevilla, con 9.999 de desnivel positivo y con un límite máximo de tiempo de 110 horas”.
Lo vi interesante y muy fácil de plantear, ya
que muchas veces he ido en el AVE desde Sevilla a Zaragoza para acudir a
pruebas como la QH y otras en los Pirineos, y en esta ocasión se trataría
simplemente de volver en Bici. Me planteé inscribirme, pero por la fecha en
Mayo, era complicado poder escaparme varios días, así que lo aplacé, pensando
en realizarlo por mi cuenta en algún periodo de vacaciones.
Había descargado el track oficial de wikiloc,
y lo estuve tanteando, para dividirlo en 5 etapas, que creía que era lo
“razonable”, buscando sitios para parar con alojamiento disponible e
introduciendo algunas variantes, ya que por ejemplo, me apetecía pasar por
Cuenca. Así, aunque sin fecha, tenía medio organizado el viaje, e incluso, anticipándome,
apañé ruedas de carretera para la gravel, para poder rodar con ella más cómodo,
ya que prácticamente todo el recorrido sería por carretera.
Las Etapas en principio serían:
Día 1. Zaragoza-Molina de Aragón
152 km
1.990 m+
195
km 2.730 m+
223 km
1.380 m+
Día 4. Almagro-Córdoba
205
km 1.880 m+
158
km 1.030 m+
Y a principios de Julio, al enterarme de un
posible cambio en mi situación laboral, que conllevaría tener bastante menos
tiempo libre si se confirmara, decidí
hacerlo de inmediato, resultando además que el amigo Jesús Caro, que me había
comentado que en sus vacaciones, que coincidían con el Tour de Francia, iba a
realizar su Tour particular, saliendo todos los días hasta completar las “21
Etapas”, tras contarle mi idea, no se lo pensó mucho y se apuntó a acompañarme.
Decidimos que sería del 9 al 13 d Julio, y nos
pusimos a ultimar los detalles: hacer las reservas de los hoteles, sacar los
billetes del AVE, buscar cajas para el transporte de las bicis, preparar el
equipaje…
El día antes de partir, comprobamos que cabía
todo en el coche, y con todo ok, el Martes 9 embarcábamos en el AVE aunque la
revisora puso alguna pega por el tamaño de las cajas. El viaje sin incidencias,
con lo que tras desempaquetar, montar las ruedas, colocar las bolsas de
bikepacking y llevar las cajas al contenedor más cercano, a las 13:00 nos poníamos
en marcha…
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Estación Delicias Zaragoza |
.
Para salir de Zaragoza, era “obligatorio” el
paso por la Basílica del Pilar, que desde el Puente Romano sobre el Ebro ofrece
su característica vista, pasando previamente
por el Pabellón-Puente que daba acceso a la Expo de Zaragoza 2008, obra de la
Gran Maestra Zaha Hadid.
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Vista de la Basílica del Pilar desde el Puente
romano |
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Pabellón-Puente Expo Zaragoza 2008 |
Nos llevó un buen rato atravesar la ciudad,
pero me agradó ver que en los pasos de peatones, aunque el semáforo estuviera
rojo, incluía una luz intermitente amarilla
que indicaba que las bicis podían pasar con precaución, lo que estaría
bien que se aplicara en más sitios.
Paramos en la primera gasolinera que
encontramos para coger agua, ya en la Nacional 330, por la que haríamos la
primera mitad del recorrido, rodando fácil al principio, y con la compañía de
un “ultraciclista” maño, que se nos unió
contándonos que acababa de terminar la “Transpyrenee”, que
cruza desde la costa atlántica hasta el mar Mediterráneo con una longitud de
1.048 km y 27.000 m de desnivel, subiendo 38 puertos, y que en Agosto hará la
“Transibérica”, que en la Edición 2024 sale de Bolzano y termina en Bilbao. con un recorrido
de 2.600km y 45.000 m…consuela algo ver que siempre hay alguien más
loco que uno, je je.
En Cariñena, primera parada para repostar,
para afrontar a continuación el Puerto de Paniza, de unos 5 km, suavecitos, que
por momentos me recordaba bastante a Despeñaperros, al pasar bajo los viaductos
de la A-23.
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Puerto de Paninza |
El primer sitio de interés por el que pasamos
fue la localidad de Daroca, que conserva un importante patrimonio histórico,
destacando Las Puertas Alta y Baja de su muralla, o la monumental Fuente de los 20 caños, donde
nos pudimos refrescar.
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Puerta Baja de Daroca |
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Fuente de los 20 caños. Daroca |
Nada más salir de Daroca, desvío ya dirección
Molina de Aragón, iniciando la subida del Puerto de Val de San Martín, algo más
largo que el anterior, pero también sin mucha dificultad, aunque desde la cima,
empezaron a sucederse larguísimas rectas por un altiplano totalmente desolado y
con un molesto viento en contra que nos empezó a acompañar y que ha sido la tónica
general en todo el viaje.
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Carretera a Nolina de Aragón |
Íbamos
pasándolo mal, entre que el
viento cada vez era más intenso, y que el terreno era siempre ascendente, hasta
que poco antes del límite de la Comunidad de Aragón, cogimos un desvío por una carretera secundaria algo más protegida, pasando por La Yunta, pequeña localidad ya en
la Provincia de Guadalajara, donde tuvimos que pedir agua a unas mujeres
mayores ya que estábamos en “la España vaciada” y no había nada donde poder
comprar.
Empezamos a temer que nos cogiera la noche,
porque estaba costando más de lo previsto, pero restaban ya solo 20 km, y debía
quedarnos sobre una hora de luz, así que
hicimos el último esfuerzo, consiguiendo llegar al destino sin más
complicaciones, aunque hubo que renunciar a subir a la Torre del Castillo de
Molina de Aragón, como tenía previsto.
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Vista del Castillo de Molina de Aragón |
Necesitamos 7:05 horas para completar los 148 km realizados, a poco
más de 21 km/h de media, que resultaría la más baja en las 5 etapas, y es que
analizando el perfil, prácticamente fuimos todo el recorrido subiendo, sin
apenas bajadas, lo que unido al viento,
la convirtió quizá en la más dura de todas.
CLIC AQUÍ PARA VER RUTA: Norte-Sur Bikepacking. Etapa Zaragoza-Molina de Aragón
La siguiente etapa sería hasta a Alarcón,
localidad situada en la provincia de Cuenca,
con cerca de 200 km por delante, y más de 2.500 m de desnivel positivo,
por lo que dado a que iba a ser una jornada larga, decidimos salir nada más
amanecer, improvisando el desayuno, al
igual que la cena de la noche anterior, en la gasolinera más cercana.
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Salida desde Molina de Aragón. Guadalajara. |
El inicio, por la ruta del alto Tajo, con mucha vegetación y buenas vistas
sobre los paisajes de la Serranía de Cuenca, y paso por sitios singulares como
el Monumento Natural Hoz de Beteta, por un terreno de continuos sube y baja.
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Mirador del alto Tajo |
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Zona de la Hoz de Bateta |
Atravesada esta zona, nos desviamos por
carreteras secundarias dirección Cuenca, pasando incluso un tramito de tierra
para visitar la Ermita románica de Nuestra Señora de
Horcajada, singular edificación del siglo XIII.
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Ermita de Nuestra Señora de Horcajada |
La aproximación a Cuenca, de nuevo con
vegetación frondosa, al circular junto al curso del Río Júcar, accediendo
directamente al centro Histórico por la plaza de la Catedral y tras atravesar el Puente de Hierro contemplar
por fin la vista de Las “Casas Colgadas”, lo que en cierto modo, había
condicionado el trazado de toda la ruta.
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Catedral de Cuenca |
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Puente de San Pablo. Cuenca |
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Vista de "Las Casas Colgadas de Cuenca" |
Con uno de los objetivos del viaje cumplidos,
se me ocurrió parar a comer en un Mc Donalds, que nos pillaba de paso a la
salida de la ciudad, encaminándonos ya después hacia Alarcón, hasta donde nos
restaban 70 km y varias subidas, para completar las 14 que había en total
según el Garmin.
En la parte final el calor empezaba a apretar,
el viento volvía a molestar y tuvimos que superar otro tramito de tierra, pero
por fin llegamos a las inmediaciones de la localidad, que ofrece una
impresionante vista, con su recinto amurallado asentado en un promontorio
sobre un meandro del Júcar.
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Mirador de Alarcón |
Al final, superamos los 200 km, y los 2.500
m+, pero mejoramos la media respecto al día anterior.
CLIC AQUÍ PARA VER RUTA: Norte-Sur Bikepacking. Etapa Molina de Aragón-Alarcón
La tercera etapa, la más larga prevista
llegando a los 220 km, atravesando los “Campos
de Castilla” hasta Almagro, en la provincia de Ciudad Real, tenía previsión de
mucho calor, por lo que quisimos adelantar lo máximo la salida, haciendo los 20
primeros km en ayunas, hasta Honrubia, donde volvimos a desayunar en la gasolinera a base de batidos
de chocolate y donuts. En este punto, tomamos un desvío por carreteras
secundarias, buscando Belmonte, primer hito señalado en la ruta, con visita a
su imponente Castillo, perfectamente conservado.
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Plaza de Alarcón |
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Carretera por los “campos de Castilla". |
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Castillo de Belmonte |
Después de las fotos, parada para
avituallarnos, empezando a tomar por costumbre comprar paquetes de fiambre y
refrescos.
El siguiente “check point” era Mota del
Cuervo, ya en plena Ruta del Quijote, ya que la foto con los Molinos de la
Mancha de fondo no podían faltar en este reportaje. Y para hacerlo más
pintoresco, paso posteriormente por el Toboso, y su plaza dedicada a Dulcinea.
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Molinos de Mota del Cuervo |
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Monumento a Don Quijote y Dulcinea. El Toboso. |
La llegada y salida de El Toboso la hicimos
por carriles de tierra entre extensos viñedos, resultando bastante agradable,
para retomar la carretera cerca de Alcázar de San Juan, donde tuvimos que
iniciar otra práctica que ya fue habitual para poder soportar las altas
temperaturas: a Jesús se le ocurrió traerse unas medias para rellenarlas de
hielo y colocárnoslas bajo el maillot en la espalda.
Y la
verdad es que funcionó a la perfección, minimizando los momentos de soportar
calor extremo. Gracias a esto mantuve la
idea de llegar hasta las Tablas de Daimiel, otro de los puntos singulares que
tenía fijado, pero que habíamos pensado evitar
para recortar algo el recorrido. Para llegar hasta allí, paso previo por
Puerto Lapice, y su singular plaza porticada con paredes blancas y maderas
rojas, donde todo evoca al Quijote.
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Viñedos de la zona de El Toboso. |
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Plaza de la Constitución. Puerto Lápice. |
A partir de Puerto Lápice, nos castigó
bastante de nuevo el aire, ya a una temperatura muy alta, pero en Villarubia de
los Ojos un chino abierto donde pudimos volver a comprar hielo y fiambre, nos
permitió hacer con algo de alivio el tramo final hasta las Tablas de Daimiel,
por una carreterita ya dentro del Parque
Nacional. Iba pensando que quizá iba a llevarme una decepción, porque lleva
años escuchándose que Las Tablas estaban en peligro por la sequía, pero todo lo
contrario. Me sorprendió verlas con bastante agua, y acondicionadas con una
pasarela de madera que permite realizar un recorrido circular contemplando diferentes zonas con varios observatorios de
aves.
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Las Tablas de Daimiel |
Ya solo quedaban 36 km para Almagro, pero el
cansancio iba haciendo mella en Jesús, y yo empezaba a sufrir con algo que, hablando
claro, creo que es lo más crítico en el ciclismo de ultradistancia: el dolor de
culo.
A falta de 20 km, nueva parada en otra
gasolinera para volver a coger hielo, y sufrir lo menos posible en lo que nos
quedaba, y menos mal que el hotel estaba
a la entrada del pueblo y no tuvimos que entretenernos mucho más, porque
llegamos verdaderamente muy justos.
Afortunadamente, había cogido un hotel con
piscina, y pudimos relajarnos y recuperar algo por la tarde, pero comprobé que
me había hecho rozaduras, lo cual me iba a pesar en las dos etapas que
quedaban.
CLIC AQUÍ PARA VER RUTA: Norte-Sur Bikepacking. Etapa Alarcón-Almagro
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Plaza Mayor de Almagro |
Pero pronto se hizo patente un problema. Jesús
se había levantado con mal cuerpo, y en el primer repecho que afrontamos, se quedó
muy descolgado, y cuando llegó a donde le estaba esperando, me dijo que no
estaba bien y que estaba pensando en buscarse la forma de volverse para Jerez
en taxi o tren. Le dije que si en serio no podía más, que como pasábamos por
Puertollano, donde hay estación de AVE, allí sería más fácil buscar alguna
alternativa.
Continuamos el camino, reduciendo un poco el ritmo, y sin renunciar a conocer algo que había visto por casualidad cerca de Almagro preparando las rutas y que era muy sorprendente: los Volcanes del Campo de Calatrava. El único visitable, el de Cerro Gordo, implicaba un pequeño desvío de 1,5 km por un camino de tierra, y además, el acceso estaba cerrado los Viernes, por lo que hubo que saltar la valla para echar un vistazo al cráter, donde tienen instalada una pasarela para la visita.
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Cráter del Volcán de Cerro Gordo. Campo de Calatrava. |
Llevados ya 50 km, Jesús parecía estar más
entonado, y al parar en la gasolinera de Granátula de Calatrava, dijo que tenía
hambre, así que tomamos ración doble de pavo y salami.
Proseguimos con la ruta, superado el momento de crisis, pero
al pasar Puertollano, tuvimos un nuevo contratiempo: había estado retocando el track
para incluir la llegada a Adamuz y algo falló porque a la salida de la ciudad,
cogimos por un carril bici, pero llegados a un punto, nos metía por mitad del
campo. Miré el track original y vi que teníamos que habernos desviado unos
cuantos kilómetros antes hacia Brazatortas, por lo que no hubo más remedio que
retroceder, costándonos hacer 8 km de más con el consiguiente cabreo.
Retomado el camino correcto, pronto estábamos
al pie de Sierra Morena, subiendo el puertecito de Niefla para empezar a
atravesarla.
Tras unos cuantos repechos más llegamos a Fuencaliente, el último pueblo de la Mancha, donde volvimos a avituallarnos, y cogimos hielo porque ya la temperatura había subido bastante.
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Vista de Fuencaliente. Sierra Morena. |
Pronto pasábamos por el cartel que anuncia la entrada en Andalucía, lo que nos alegró bastante, y tras superar la última subida importante, llegábamos a Cardeña, donde la parada era obligada porque ya no había nada donde repostar hasta pasados 40 km en Montoro.
Menos mal que todo ese tramo era favorable,
porque lo cierto es que el hielo se derritió enseguida y en los tramos de
subida el calor hacía estragos. No me quiero ni imaginar lo que hubiese
supuesto realizar esos 40 km en sentido inverso…
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Vista de Montoro desde el Puente Mayor. |
Ya en Montoro, solo quedaban 15 km para
Adamuz, aunque confiados solamente cogimos agua, sin sospechar que esa parte
final, estaba llena de trampas que la convirtieron en un infierno, llegando a
Adamuz machacados, y yo con la sensación de haber sido muy mala idea haber
cambiado de planes, ya que al final salieron igualmente cerca de 200 km, por
los errores cometidos. Al menos Jesús salvó el día, y ya nada le iba impedir
superar el reto. Por mi parte, las rozaduras me habían ido complicando cada vez
más encontrar una postura que me permitiera pedalear sin mucho dolor, así que
el sufrimiento estaba siendo considerable.
CLIC AQUÍ PARA VER RUTA: Norte-Sur Bikepacking. Etapa Almagro-Adamuz
Quedaba rematar la faena, pero como estábamos
en Adamuz, había que llegar hasta Córdoba para retomar el itinerario previsto
para la última etapa, que finalmente retoqué, ya que la idea era haber cogido
la vía verde de la Campiña, pero tal como íbamos, lo sensato era buscar el
camino más rápido.
En Adamuz sí pudimos permitirnos desayunar en
condiciones, al haber bares abiertos desde las 6:00 y de hecho, me sorprendió
que al que fuimos estuviera lleno ya a las 6:30…
Nos terminamos el mollete y nos pusimos en marcha dirección Villafranca de Córdoba, encontrándonos un par de repechos a balón parado, con rampas de más del 10 %, que nos costó superar
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Mirador de Sierra Morena. |
Tras un tamo de descenso, llegamos a la ribera
del Guadalquivir que ya fuimos siguiendo hacia Córdoba, uniéndonos a un amigo
de Jesús que había salido a nuestro encuentro, y que nos facilitó el paso por
la ciudad. No queríamos entretenernos mucho, pero por supuesto nos
recreamos un poco en el entorno de la Mezquita y el Puente Romano.
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Vista de la Mezquita desde el Puenrte Romano. |
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Fachada de la Mezquita de Córdoba |
Definitivamente, optamos por descartar ir por
la vía verde y coger por la carretera de Almodóvar del Río, continuando con nosotros
el amigo de Jesús un buen tramo, hasta Posadas, donde tuvimos el primer
avituallamiento. Allí nos despedimos, continuando nosotros por la carretera que
íbamos, hasta tomar un desvío antes de Peñaflor, y continuar por carreteras
secundarias de la Vega del Guadalquivir.
De nuevo el viento nos iba molestando, impidiéndonos
coger un buen ritmo, pese a ser un terreno prácticamente llano. Íbamos haciendo
relevos cada kilómetro, pero ni así conseguíamos subir la media de 24 km/h, lo
que era frustrante porque queríamos acabar cuanto antes.
Con mucho esfuerzo, aparecimos en Brenes,
habiendo tenido que recurrir ya de nuevo a ponernos hielo, y con el viento cada
vez más fuerte. La siguiente población, San José de la Rinconada, tomando
ya a solo 10 km de meta, el carril bici que
accede a la Sevilla por San Jerónimo, para recorrer el margen del río hasta la
Pasarela de la Cartuja, y cruzar por el centro por darme el gusto de pasar
por “Las Setas”, continuando hacia la Ronda Histórica y la Avda. José
Laguillo para llegar a Santa Justa donde comenzó todo…
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Vista desde la Pasarela de la Cartuja |
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“Las Setas” de Sevilla. |
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Llegada a Santa Justa |
CLIC AQUÍ PARA VER RUTA: Norte-Sur Bikepacking. Etapa Final Adamuz-Sevilla
Los números totales ya son indicativos de la
magnitud del reto logrado, 935 km recorridos, 8.530 m+ de desnivel, 41:30 h
de tiempo en movimiento, y 22,5
km/h de media. Pero las condiciones que
nos hemos encontrado y el esfuerzo que ha supuesto, es imposible de reflejar en
cifras… para nosotros se queda la satisfacción de haberlo podido realizar.
Otro dato de interés es que en la prueba
oficial, la organización daba un máximo de 110 horas para completar el
recorrido, y echando cuentas, desde las 13.00 del Martes 9 de Julio, cuando
salimos de La estación de las Delicias, hasta las 16:00 del Sábado 13 de Julio,
que llegamos a Santa Justa, transcurrieron 99 horas, así que tampoco no hemos
portado mal, je je…
Y lo verdaderamente interesante de este viaje, ha sido comprobar la enorme riqueza y variedad paisajística de España, y el impresionante legado histórico y patrimonial que encuentras por cualquier sitio que pases.
Como comenté al principio, esto será difícil de superar, por lo que ha costado, pero ya se nos ocurrirán otras ideas.