Galicia 2021

 

Tenía ganas de ir a Galicia este año, por ser junto a La Rioja y Baleares las únicas CCAA que aún no había visitado, y debido la cancelación de nuevo de la l'Ariégeoise y diversos ajustes en el “calendario”, ha sido antes de lo que esperaba, aunque de forma medio improvisada. Lo previsto era haber hecho La Indomable, aprovechando que había quedado un hueco, ya que las inscripciones estaban agotadas desde hacía tiempo. Pero, aunque no por el Covid, acabó suspendiéndose igualmente, con todo el personal ya en Berja, debido a las pésimas condiciones meteorológicas con las que amaneció el día de la prueba. De hecho, ni me esperé a al desarrollo de los acontecimientos. Viendo el panorama al despertar, directamente me vine de vuelta para Jerez, aunque pasada Granada el tiempo era bastante mejor, y decidí aprovechar el viaje para hacer al menos una rutita que tenía pendiente por la zona de Archidona.

Pan do Zarco (Puerto de Ancares)

Una vez en casa, al entrar en Facebook, me saltó una noticia sobre la Ourense Strade Termal, prueba por la que había estado interesado al incluir tramos de “sterrato”, pero que descarté porque no me venía bien la fecha. Pues resultaba, que se había aplazado y que sacaban 50 plazas más y aunque era el fin de semana siguiente, por compensar los “chascos” de la Indomable y l'Ariégeoise, empecé a plantearme asistir. Terminé de convencerme cuando exploré las posibilidades de rutas interesantes por la zona y vi que eran muchas: en las provincias de Lugo y Ourense hay bastante más montaña de la que suponía. Así, como siempre, el plan sería lo más ambicioso posible, quedando así:

Ruta 1. O Barco de Valdeorras-Fonte da Cova (Peña Trevinca)-Puente de Domingo Flórez-O Barco

            105 km +2.300 m

Ruta 2: Ourense Strade Termal

Ruta 3. Becerreá-Piedrafita-O Cebreiro-Becerreá

            70 km + 1.550 m

Ruta 3. Proba de Navia-Ancares por Pan do Zarco- Proba de Navia

            76 km + 2.650 m

Tras unas 7 horas de viaje hasta O Barco de Valdeorras, mis primeras pedaladas por “terras galegas”, serían buscando el Puerto de Fonte da Cova, larguísima subida de 27 km de distancia, y una pendiente media en torno al 5,5%, con lo que el desnivel acumulado se va a los 1.500 metros, para coronar a los 1.850 m.

 

Me llevó más de dos horas, resultando un tanto monótona, por el tipo de carretera, llamando la atención las múltiples canteras de pizarra existentes a lo largo del recorrido. Tras salvar un kilómetro al 10%, divisar la zona de la estación invernal supuso un gran alivio, llegando por fin al cartel disfrutando de la vista sobre la Peña Trevinca, aún con restos de nieve.

La bajada por la vertiente leonesa, bastante más animada en cuanto al paisaje, incluía algunos repechos importantes, destacando el del Puerto de las Gobernadas, sumando a los 1.600 m de desnivel que llevaba en la cima, otros 700 más, hasta sumar 2.300, que en 106 km, no está nada mal. Tras volver a entrar en la provincia de Ourense, los kilómetros finales fueron llaneando por el margen del Río Sil, con parada en el puente de Mediaval de Sobradelo.

Puente de Sobradelo sobre el Río Sil

CLIC AQUÍ PARA VER RUTA: O Barco de Valdeorras-Fonte da Cova (Peña Trevinca)-Puente de Domingo Flórez-O Barco

Para el día de la prueba, había amenaza de tormenta, pero afortunadamente, aguantó hasta la tarde, porque si nos llega a pillar en marcha la que cayó en Ourense, hubiera sido verdaderamente dantesco.

No me ponía un dorsal desde hacía 10 meses, lo que unido a que iba a ser mi primera prueba con tramos de sterrato, hacía que fuese un día algo especial.

En la zona de Meta, instalada junto a una playa fluvial, me llamó la atención que había varias fumarolas por la orilla...y es que la provincia de Ourense se caracteriza por sus numerosas zonas termales y de ahí que la prueba se llame Ourense Strade Termal...me prometí darme un remojón al finalizar la prueba.

Zona Termal de Lobios

Sobre el papel, independientemente de la complicación de los tramos de sterrato, no parecía que fuese una prueba excesivamente exigente, solo 130 km y 1.800 m de desnivel, con un par de puertecitos, pero no pudo resultar mas diferente de lo esperado: El recorrido, super enrevesado, y con continuas subidas y bajadas que hacían muy dificil coger un ritmo constante y formar grupetas. Salvo los kilómetros iniciales, casi siempre fui en solitario o en grupos de 4 o 5 como mucho. Y debieron hacer mal los cálculos, porque en vez de 1.800 m de desnivel, salieron 2.400, con lo que la cosa cambiaba bastante.

En cambio, los tramos de tierra, salvo el "Alvaro Pino" que sí tenía su interés, resultaron un tanto anecdóticos, no sumando más de 6 o 7 kilómetros en total. También metieron algunos tramos adoquinados, como el de la zona de la Playa fluvial de Muiños, pero tampoco muy complicados.

Tramo Adoquinado en Playa Fluvial de Muiños.

Tramo de Stertato "Alvaro Pino".

En definitiva, estuvo bien en general y resultó más dura de lo que pensaba, pero de la GF Strada Bianche espero mucho más...

No terminé contento de como la hice, porque nunca encontré un ritmo adecuado, pero viendo la clasificación, tampoco estuvo tan mal, 107 de 233, un poco por encima de la mitad de la tabla.

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Después del remojón prometido, tocaba desplazamiento hasta Becerreá para acercarme a la zona de "Os Ancares", donde tenía previsto hacer al día siguiente la "etapa reina" gallega.

Llevaba una ruta extra preparada, pero por el camino, se habían formado ya tormentas, por lo que empecé a dudar de si salir o no. En Becerreá estaba seco, pero los truenos se oían a poca distancia. Consulté el Rain Alarm y vi por donde estaba entrando el agua, pensando que con suerte podía esquivarla si modificaba el recorrido. Así que decidí vestirme, y ponerme en marcha con la idea de llegar a Cebreiro, subiendo el Alto de O Poio. 

Bosque galego

Llevaba apenas 3 km, cuando empezó a lloverme, pero como iba protegido bajo el arbolado, no llegaba a mojarme mucho, y persistí en el empeño. Llegando a Triscatela, volvía a estar seco, aguantando toda la subida, que se hizo muy larga, Salieron 14 km hasta la cima, y 10 más de sube y bajas hasta Cebreiro, donde de nuevo llovía. No tuve tiempo a recrearme mucho en el pueblo, ya que empezaba a haber poca luz y cada vez las nubes  se cerraban más, aunque si quise hacer una foto ante las tradicionales pallozas.

Pallozas de Cebreiro

Afortunadamente, ya prácticamente era todo bajada, pero tras atravesar Pedrafita, la lluvia era más fuerte, Ya empapado empecé a pasar frío, pasándolo regular hasta que por fin encontré el desvío a Becerreá. Justo llegando al Hotel, la tormenta descargó con toda su fuerza, así que podría haber sido mucho peor.

CLIC AQUÍ PARA VER RUTA: Becerreá-Cebreiro-Pedrafita-Becerreá

 

Y de remate, el plato fuerte, el Puerto de Ancares por Pan do zarco, considerdo por muchos el "Mortirolo español". Por los números, desde luego no se queda muy atrás, con un desnivel de 1.123 m en 12 kilómetros.

La salida desde Navia de Suarna, bonito pueblo ya en pleno corazón de "Os Ancares" lucenses, para enseguida comenzar la subida entre la niebla del Alto de Sierra Morela, que se prolongó durante 10 km, acumulando 650 m de desnivel, que se dejaron sentir en las piernas. Arriba, el paisaje un espectáculo...

Nava de Suarna. 

Inicio Puerto de Sierra Morela

Cima de Sierra Morela

Tras coronar, bajada rápida de unos 7 km hasta el puente sobre el río Balouta, donde se inica la subida a Ancares, encontrando un poco después un cartel señalizador de 11 km a la cima, al 10% de pendiente media.

Tras bordear Murias, desvío a la izquierda para tomar la pista asfaltada de Pan do Zarco, con un primer kilómetro al 12,5 %. , el siegundo al 13 % y los cuatro siguientes más sin bajar del 10 %., aunque más que al Mortirolo, este tramo me recordó por el tipo de carretera y los paisajes al Grosse Scheidegg suizo, con sus vacas, pero sin  nieve,

(CLIC AQUÍ PARA VER: Alpes Suizos 2020)

Pan do Zarco. Puerto de Ancares

Tras un descansito, salida de la pista para tomar la carretera de Balouta, para hacer los dos últimos kilómetros, de nuevo con rampas de hasta el 16 %, terminando de constatar que Ancares es uno de los puertos más duros de España.

Parecía estar ya todo ehcho, pero los 40 km de vuelta, aunque en su mayor parte de bajada, escondían algunas trampas, que me fueron dando la puntilla, terminando bastante al límite. La media de tan solo 16 Km/h, indican la dureza del terreno.

Como último recuerdo, el fugaz vistazo de un antiguo Hórreo al paso por Piornedo.

Hórreo y Palloza en Piornedo. Os Ancares.

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El balance en general ha sido bastante positivo, aunque la prueba que en realidad me hubiera gustado hacer es la GF Ézaro, incluída en la UCI Wordl Series, con meta en el famoso Mirador tras subir el muro con rampas del 22 %...será la excusa para volver en alguna ocasión.