martes, 28 de junio de 2022

PIRINEOS ARIÉGEOISES 2022

 

Después de tres años conservando la inscripción en  L'Ariégeoise Cyclosportive, tras la cancelación de las ediciones de 2020 y 2021 por la pandemia, este era uno de los objetivos principales de 2022, pues tras haber hecho ya la QH, la Pyrennenne en varias ocasiones, o la Purito Andorra, era la última gran prueba que me faltaba de las que se organizan en los Pirineos, con 4.000 participantes  y un exigente recorrido por una zona "menos" conocida como es el "Ariége", pero igualmente interesante y con numerosos puertos habituales en el Tour de Francia.



La pega, que tras la vuelta de Madeira, solo tenía un mes para prepararla y no estaba en mi mejor momento de salud, arrastrando aún algunas molestias por el cólico nefrítico de las semanas anteriores, a lo que se unió la alergia de todos los años (o no sé si incluso el Covid),  con lo que no pude hacer mucho hasta dos semanas antes: una vuelta por la Sierra de Grazalema, subiendo Las Palomas por sus dos caras, la subida a Los Reales de Sierra Bermeja, por Genalguacil, por dónde no pasaba desde antes del incendio que arrasó la zona el año pasado llevándome el consiguiente disgusto, y una rutita por Sierra Nevada, que tuve que recortar por la ola de calor (la misma que ocasionó la polémica suspensión de la QH este año), subiendo en coche hasta la altura  1.300 m, donde ya la temperatura era "solo" de 35 grados, para llegar con la bici hasta los 3.100 m, donde aún quedaba algún resto de nieve.


Sierra Nevada. Cota 3.100.


Solo en el último entrenamiento específico, un Jerez-Boyar-Jerez, que pensé tras ver en Strava que Juanpe López hizo Lebrija-Boyar-Lebrija justo antes de su excepcional Giro de Italia, con Kom en El Boyar incluido (33 min), empecé a encontrar mejores sensaciones, aunque sin llegar a bajar de la hora en la subida. Me acompañó Santi Martínez, con lo que la ida por Algar fue bastante llevadera, aunque menos mal que Santiago padre vino al encuentro con la eléctrica  y nos trajo tras moto desde El Bosque, si no, con el aire que pegaba, se nos hubiera hecho largo.

En Arcos con Santi padre e hijo.


Y así, con los deberes medio hechos, me presente en Ax-les-Thermes, donde ya había hecho una primera incursión en 2020 cuando aprovechando el viaje para la participación en la Cerdanya Cycle Tour, en Alp (Girona), me acerqué para subir el col de Pailhéres y A3 Domaines.

CLIC AQUÍ PARA VER: Pirineos Catalanes 2020.


El viaje, en AVE hasta Barcelona, mucho más cómodo que por carretera y económico tal como se ha puesto el precio de los carburantes, para coger allí un coche de alquiler, llegando al sitio con tiempo para tener una primera toma de contacto con la montaña.



De las opciones que tenía, opte por una ruta circular subiendo de inicio el Col du Chioula, que también se subiría en la prueba, lo que me sirvió de reconocimiento estando ya la señalización instalada.

Cima del col du Chioula


Tras la bajada, giro en Camurac para ir a buscar la subida al col du Pradell desde Niort-de-Sault, puerto ya  de gran entidad, con 15 km y un desnivel de 900 m, y precioso desde el primer metro hasta el último, arrancando por un angosto desfiladero y terminando en un prado con ganado pastando.


Inicio del Col de Pradel


Cima del Col du Pradel


Como me lo tomé con calma, pensando en el día después, no se hizo muy duro, y ya desde la cima, todo bajada hasta Ax-les-Thermes, conectando con la parte final del descenso del Col de Pailhéres, por donde también pasaría la prueba.

CLIC AQUÍ PARA VER RUTA: Col du Chioula + Col du Pradel


Como el "zulo" donde me alojé estaba situado junto al Balneario, al pasar vi que había varias fuentes termales en el exterior de uso público, por lo que me prometí probarlas antes de irme.

Balneario de Ax-les-Thermes.


La” habitación”.


La salida de L'Ariégeoise era en Tarascon-sur-Ariege, a unos 25 km de donde estaba, y como no puede ir a recoger el dorsal el día antes, tocó madrugar, estando allí ya listo a las 6:30.

Por los vaivenes de la organización que motivaron la cancelación de las ediciones de 2020 y 2021, estaba inscrito en el recorrido  “clásico”, cuando en un principio yo había optado por  L'Ariégeoise XL, que hacía lo  mismo pero finalizando en Plateau de Beille, con lo que saldrían 178 km y 4.800 m de desnivel. Me ofrecieron la posibilidad de cambiar de modalidad y en mis mejores momentos no lo habría dudado,  pero pensando en que no estaba para eso, lo dejé tal como estaba, ya que en todo caso, Plateau de Beille tenía pensado subirlo por mi cuenta porque un puerto final de etapa del Tour en seis ocasiones, con vencedores como Pantani o Contador, tenía que añadirlo al Currículum  como fuera.



Tras hora y pico de espera, por fin llegó el momento de la salida, empezando muy rápido como es habitual hasta ir formando los grupos con la gente más o menos de similar nivel. Mientras tanto, en la primera hora, donde el terreno no tenía mucha dificultad, nos quitamos 32 km, hasta el inicio del Col de Montsegur, de poco más de 4 km, pero al 8,3 % de media, suponiendo un primer aviso para las piernas.

Seguidamente, tras la bajada, el col de la Croix des Morts, con 7 km, pero más suave, para entrar en un terreno de sube y bajas, que se hizo largo, hasta el avituallamiento situado al pie del col de Pailhéres por la vertiente de Usson –les-Bains, sin duda, otro de los grandes colosos de los Pirineos, con 15 km y 1.200 m de desnivel (7,90 % de media) coronando a 2001 m de altura.


Paré a coger agua y tomar algo, y se ve que arrancar de forma brusca la subida del Puerto, donde además estaban las rampas más duras, me sentó fatal, empezando a sufrir calambres sin entender por qué, ya que solo llevaba 85 km y poco más de 1.000 m acumulados. Con todo el puerto por delante y otros 60 km después hasta la meta, me desmoralicé bastante, pero como se trataba simplemente de llegar, puse un ritmo cómodo hasta la cima, pareciendo por momentos que habría sido una falsa alarma, y permitiéndome recrearme un poco en el paisaje, más espectacular que el de la vertiente de Ax-les-Thermes que ya conocía.


Parte final del Col de Pailhéres.




Pero tras la larga bajada, nada más iniciar Chioula, volvieron los calambres pero mucho más fuertes y en ambas piernas. Al haberlo pasado el día antes sabía que eran  6 km de subida y no muy duros, pero en las condiciones en las que iba, parecía que la cima nunca llegaba.

En teoría desde ese punto hasta la meta, como diría mi admirado Fernando Simón, ya era todo para abajo  con "uno o dos repechos como mucho"...pero no veas el trabajito que me costó llegar, y a parte la meta estaba en Cabanes, donde los participantes en L'Ariégeoise XL continuaban para Plateau de Beille, así que me quedaban 10 km más hasta el coche.

Como no tenía prisa, comí tranquilamente y me tiré un rato en la hierba, empezando a darle vueltas a los planes para el día siguiente, llegando a la conclusión de que si quería subir Plateau de Beille lo mejor para poder cumplir todos los objetivos que me había fijado, era hacerlo ya que estaba allí...y así me volví a montar en la bicicleta, para probar y si veía que era imposible, dar media vuelta, y es que los 16 km y 1.200 m de desnivel más imponían bastante.

Muy lentamente iban cayendo los kilómetros, con los ánimos de los participantes que bajaban. El cierre de control era a las 18:00, pero como yo ya había clasificado en mi prueba, eso no me importaba, aunque me hubiera gustado ver el ambientillo y hacerme la foto en la pancarta. A mitad de Puerto las piernas seguían medio respondiendo, y aunque comenzó a lloviznar, ya decidí que había que terminar. A falta de 3 km, miembros de la organización me advirtieron que ya había finalizado la prueba, pero les dije que iba por libre. Tras 1 h 47 min, llegue  pero efectivamente, todo estaba ya desmontado, teniendo que conformarme con la foto en el propio cartel del puerto.




La bajada, con el firme mojado, tuve que hacerla con muchas precauciones, y los últimos kilómetros hasta el coche, en piloto automático, pero al final resultó un rutón épico, saliendo 204 km y casi 4.900 m de desnivel acumulado.

CLIC AQUÍ PARA VER RUTA: L'Ariégeoise 2022 + Plateau de Beille


De vuelta en Ax-les-Thermes no se me ocurrió mejor plan que meterme en remojo en la fuente termal un buen rato, a ver si se recuperaban algo las piernas, ya que para el día siguiente lo previsto era tener ración doble...

Fuente termal pública de en Ax-les-Thermes


Hablando con mi mujer por la noche, me quejé de que había hecho la prueba fatal, que estaba viejo y que iba a tener que ir pensando en dejar de participar en carreras, pero viendo la clasificación, el resultado fue mejor de lo que imaginaba, 404 de 700 en L'Ariégeoise y 54 de mi categoría...habrá que esperar a comprobar que pasa cuando sea máster 50, que ya queda poco.

La mañana del Domingo la idea era hacer una ruta que seguía el tramo final de la Etapa del próximo Tour con final en Foix, añadiendo la subida a Prat d'Albis, que también ha sido final de etapa en alguna otra edición. 


Pero como de costumbre en los Pirineos siempre hay un día malo. Salí de nuevo desde Tarascon-sur-Ariege hacia el col de Port, buscando el Mur de Peguere, que pese a su corta longitud de 3,6 km, la pendiente media del 11,80 %, y algunos tramos al 18 %, lo convierten en una  la subida más exigente de la zona. Pero a mitad del col de Port empecé a encontrar niebla, cada vez más espesa conforme subía, aunque de momento, no mojaba. La bajada fue casi en seco, y también puede hacer sin problemas, la subida del Mur de Peguere, que cumplió las expectativas, resultando en efecto muy duro (lo subí a una media  6 km/h) pero agradable por el tipo de carretera y el bosque que atraviesa.





Subida del Mur de Peguere.


En la bajada hacia Foix de más  20 km, por dónde se tirarán los pro en el Tour hasta la meta,  sí que me mojé al principio, aunque abajo se despejó bastante, dándome la esperanza de que la cosa estuviera mejor en Prat d'Albis. Pero más de lo mismo, a mitad de subida, de nuevo la niebla que impedía ver nada, cuando se supone que lo interesante del puerto eran las vistas, así que aunque la carretera seguía subiendo, decidí limitarme a llegar al punto donde se instaló la meta en el Tour de 2019, donde por cierto los tes primeros de la etapa fueron Simon Yates, Thibaut Pinot y Mikel Landa...


Subida a Prat d'Albis 



De vuelta a Foix, de paso por su principal avenida, encontré ya un rótulo informativo del  final de etapa  del Tour 2022.


Solo quedaba volver al coche, dándole vueltas por el camino  a qué hacer por la tarde porque la previsión del tiempo era la misma.

CILC AQUÍ PARA VER RUTA: Mur de Peguere + Prat d'Albis 


Después de comer y descansar un rato, decidí ir a ver el panorama que había en el punto de salida que tenía previsto, llevándome la sorpresa de encontrarlo totalmente despejado, así que no tenía excusa para no continuar con el plan. La ruta, por el corazón del Parque Natural de los Pirineos Ariègeoises, incluyendo otros dos buenos puertos de paso del Tour, el Port de Lers y el col d'Agnês.



Confiado viendo lucir el sol, empecé a subir el Port de Lers, que me llamó la atención por la cantidad de cascadas  y riachuelos que lo atravesaban, animando bastante la subida. En cambio no vi ninguna fuente y de hecho iba seco y tuve que pedirle agua de una cantimplora a un guiri que estaba por la cima.

Inicio del Port de Leres.


Pero poco antes ya se había fastidiado el invento, volviendo a hacer la niebla acto de aparición. Los números, bastante exigentes para como estaba ya el cuerpo, 11,50 km, al 7% de media.


Parte final del Port de Lers





La bajada entre la niebla hasta Le Port no fue muy agradable, y todo la trayecto desde Massat hasta Aulus-les-Bains, punto de inicio del Col d'Agnês, incluyendo por medio el paso del col de Seraillé, de menor entidad, pero que supuso bastante desgaste, termino por aburrirme, aunque seguro que más descansado, y con mejor clima, la sensación hubiera sido muy diferente.

Puente de Le Port


Col de Seraillé


El col d'Agnes, aún más exigente que el Port de Lers, con el mismo desnivel acumulado, 800 metros justos, pero en solo 10 km, y en mojado. Tenía buena pinta, pero resultó un martirio.



Para colmo, después de coronar, quedaba un pequeño descenso, y un tramo de la vertiente del Port de Lers por dónde había bajado, lo que terminó de darme la puntilla. Llegué muerto arriba y en la bajada el problema fue el frío al ir empapado y ser ya tarde...



Pocas veces me he alegrado tanto de llegar al coche como en esta ocasión...y en Ax-les-Thermes volví a terminar en la fuente.



Mirando en Google-street me he podido hacer una idea de los paisajes que no pude ver...

Imagen de google Street del Col d’Agnes.


Imagen de google Street del Etang de Lers.


Para el último, aprovechando el viaje  de vuelta a Barcelona,  vi la opción de organizar una ruta para subir quizá el último gran puerto que me quedaba de todos Los Pirineos, Vallter 2000, en la provincia de Girona. El punto de salida, San Joan de les Abadesses, que pillaba a mitad de camino.



Lo considerado oficialmente como puerto son 12 km desde Setcases, con un desnivel acumulado de 900 m, pero eso es engañoso, ya que realmente desde el inicio se va ascendiendo suavemente, remontando el valle del río Ter, hasta pasado Camprodon, donde el desnivel empieza a ser más acusado, teniendo que cambiar ya al plato pequeño poco después Llanar, a uso 20 km de la cima, saliendo en total 1350 m, para coronar a 2150.

Pont Vell de San Joan de les Abadesses.


Iglesia de San Esteban de Llanars


 

Terreno ascendente previo al inicio del Puerto.


La parte final, sí que se hace verdaderamente dura, siempre por encima del 8%, pero esta vez pudiendo disfrutar del paisaje gracias el espléndido día que hizo. Desde el parking principal situado a 2000 m (supongo que de ahí el nombre de Vallter 2000), hasta la cima, 10 curvas de herradura para rematar la faena.



Parte final de Vallter 2000.



Arriba, alguna foto y un coca-cola, y vuelta por el mismo sitio, aunque como iba bien de tiempo, tomé un desvío por una pista hormigonada que había visto que llegaba hasta donde había dejado el coche, y que resultó ser una auténtica encerrona, subiendo  cerca de 6 km al 7,5% de media hasta Pla d'en Plata, y después una tortuosa bajada, que terminó de dejarme listas las pastillas de los frenos.

 

Subida a Pla d’en Plata.


Como última sorpresa, la coqueta Ermita románica de San Martí de Surroca, para despedirme con buen sabor.

Ermita románica de San Martí de Surroca.(Siglo XI)


 CLIC AQUÍ PARA VER RUTA: Vallter 2000 + Pla d'en Plata

En definitiva, todo casi a la perfección, salvo por el tema de la niebla en dos de las rutas, y por el exceso de sufrimiento en la prueba. En resumen, 520 km y 12.000 m de desnivel acumulado, en 4 días, y lo que más me importa, habiendo completado el mapa con los últimos sitios importantes de todo el Pirineo, aunque me haya llevado 10 años…

Rutas realizadas en Pirineos entre 2012 y 2022.



Posdata: todo el texto escrito durante en el AVE de vuelta desde Barcelona, con lo que el viaje pasó casi sin enterarme…


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