lunes, 12 de septiembre de 2022

“Transnevada” 2022

No sé si lo he comentado en alguna ocasión, pero lo que terminó por convencerme para meterme en el mundillo del gravel fue que tras ver a Luis Ángel Maté hacer una ruta de bikepacking en la que subía el Pico Veleta por la cara sur, pensé que eso tenía que conseguirlo hacer yo algún día. Así, tras hacerme con la Orbea Terra hace ya un año, y una vez cogido algo de experiencia, pensé que era el momento. 

La idea inicial era hacer la subida desde la costa sin más, pero dándole vueltas a cómo organizarlo, y conociendo la existencia de la "ruta Transnevada"que recorre todo el perímetro del Parque Nacional a través de pistas y senderos, empecé a plantearme un recorrido circular por etapas, combinando tramos de esa ruta, con la subida al Veleta desde Motril. Después de buscar mucha información, y ver todas las alternativas, mi “Transnevada” particular  quedaría dividida en tres etapas: Granada-Abrucena, Abrucena-Calahonda, y Calahonda-Veleta.



Etapa 1. Granada-Abrucena   117 km. +1.800 m.

Etapa 2. Abrucena-Calahonda     163 km. +3.200 m.



Etapa 3. Calahonda-Veleta       150 km.  +3.800 m.




Lo tenía todo organizado para hacerlo en Agosto, pero cuando me dispuse, no conté con que las temperaturas excepcionalmente altas que estábamos teniendo todo el verano iban a repuntar hasta más de 40 grados ese fin de semana en Andalucía y tras escasos 45 km a través de la Sierra de Huetor, en los que sufrí más que nunca, llegando a encontrarme realmente mal, vi que no iba a ser posible continuar sin arriesgarme a tener un golpe de calor o algo malo. Muy a mi pesar, tocó ser sensato y regresar para Granada...

Decidí que volvería a intentarlo en Septiembre, confiando en que el tiempo sería ya mejor, y mientras tanto, el "destino" quiso que  La Vuelta a España" tuviera jornada de descanso en Jerez y recibiera una invitación por parte de Ciclos Cabello y Orbea, para conocer las interioridades del equipo Euskaltel-Euskadi y rodar un rato con los corredores, con lo que tuve la ocasión de tener información sobre el estado del carril del Veleta preguntando directamente a Maté.

Con Luis Ángel Maté



Me gustó la experiencia, y sobre todo, el tramito de gravel que hicimos a través de los Toruños. Precisamente iba a sugerírselo a Maté, que sé que le gusta, pero me corté, así que tuvo que ser idea de Juanjo Lobato, que aunque no estaba corriendo en la Vuelta, se acercó desde Trebujena para conducir el grupo.



Escasos días después, aunque un poco preocupado porque los pronósticos del tiempo volvían a dar temperaturas por encima de 30 grados, estaba de nuevo preparado en Granada. 

El inicio volví a hacerlo igual, por la Ribera del Darro, porque la foto con la Alhambra al fondo no podía faltar en el reportaje, pero tras el fiasco del intento anterior, decidí eliminar el tramo por la Sierra de Huetor y salir directamente por la carretera de la Sierra, bordeando la Alhambra por el camino del Rey Chico, aunque hubo que hacer parte de la subida a pie por tener escalones. 

La Alhambra





Camino del Rey Chico

Pasado el Embalse de Quentar, aliviado porque aunque hacía calor, ni mucho menos era tan sofocante como la otra vez, sí quise hacer un tramo del antiguo camino de Quentar a la Peza, por donde pasé, y que pese a lo mal que iba, me gustó.

Antiguo Camino de Quentar a la Peza

 

El carril volvía a conectar con la carretera justo a la altura del puerto de Blancares, y aunque continuaba hasta la Peza, preferí hacer la bajada por asfalto, para enganchar allí con el recorrido de la Transnevada  hasta Jérez del Marquesado, pasando por Lugros y Cogollos de Guadix. 

Tramo de la Transnevada hacia Jérez del Marquesado





Como iba bien de tiempo me sentí tentado de continuar por el carril, que sabía que llegaba hasta Abrucena, pero al no tener ni idea de cuál era su estado, y tampoco llevarlo metido en el GPS, mantuve lo previsto, desviándome hacia Lanteira para seguir por carretera hasta La Calahorra, situada justo al pie del Puerto de la Ragua, y que llama la atención por su imponente castillo.

 

VIsta de La Calahorra 



Esta parte se estaba haciendo algo aburrida, aunque pasado Dólar, encontré otro tramo de tierra hasta Huéneja, dónde volví a pensar en coger la pista de la Transnevada para que el final resultara más atractivo, pero no supe encontrar el desvío, llegando ya hasta Abrucena, situada justo en el límite Parque Nacional de Sierra Nevada, por la vía de servicio de la A-92. El repechito final hasta el pueblo, me hizo tener amagos de calambres, así que tampoco vino mal no complicar más la cosa.





La segunda etapa, estaba diseñada para llegar hasta la costa, pasando de la ladera norte de Sierra Nevada a la sur, a través del Puerto La Ragua, con su cima a 2.000 m de altura. Pero para llegar allí, la ocurrencia fue hacerlo por el tramo de la "Transnevada" que conecta con Abrucena, y vaya tramo...

El arranque por camino asfaltado, siempre ascendente, hasta la altura del área recreativa de las Rozas, dónde tras ya 10 km, cogí el carril, que seguía subiendo y subiendo hasta alcanzar la cota 1.800, sumando casi 20 km de ascensión continua. 


Salida desde Abrucena


El perfecto estado de la pista, y los extraordinarios paisajes que se iban contemplando, que en invierno con las cumbres nevadas deben ser insuperables, lo hacían llevadero, pero desde ese punto empezó un continuo sube y baja, atravesando los montes de Ferreira, Dólar y Huéneja, que empezó a pesar.

Señalética de la Transnevada oficial



Con 30 km recorridos por la pista, cuando pensaba que me faltaba poco para conectar con la carretera del Puerto de la Ragua, veo en el GPS que aún quedaban 20 más. Pensé que sería un error, pero no, sumaron 50 km hasta por fin llegar al cruce, llegando a la cima  con 60 km, 1.700 m. de desnivel y 4 h:30, haciéndose bastante duro. Menos mal que había cargado agua en la Fuente Rosal, si no me hubiera visto en un buen apuro.

Fuente El Rosal


Puerto de la Ragua





En teoría ya estaba hecho lo más difícil, pero tras el rápido descenso hasta Laroles, me desvié por la carretera que sigue bordeando el Parque Natural  pasando por los pueblos de la Alpujarra de la Sierra, donde el calor apretó bastante, empezando a sufrir mucho en cada repecho.

Paisaje de La Alpujarra de la Sierra


En el cruce hacia Trevélez, ya me desvié buscando la dirección de la costa, habiendo sumado en ese punto 2.300 m. de desnivel. Tras el paso por Cadiar, quedaba aún la subida hacia Haza del Lino, que se me hizo interminable, y con toda la inmensa mole de la cara sur de Sierra Nevada a la vista, me empezó a entrar miedo por lo que me esperaba el día siguiente. 

Vista de la cara Sur de Sierra Nevada


Vista desde Haza del Lino

Coroné con más de 2,900 m+ y cerca de 8 horas. Sólo faltaba el espectacular descenso hacia Castell de Ferro por Polopos, y los últimos 15 km de recorrido, que aunque ya eran costeando, también tenían varias subidas que terminaron de rematarme, hasta que por fin pude asomarme al Mirador de Calahonda, tras 9 h:15 y con más de 3.100 m de desnivel...

Carretera de la costa



Mirador de Calahonda


 La "meta" justo en la playa, donde terminé en remojo.



Con un pequeño ajuste en el recorrido, tras preguntarle a Google Maps y "recomendarme" una alternativa para bordear Motril por la zona oeste, en vez de por el este como tenía pensado, que  alargaba el recorrido unos 3 kilómetros pero me ahorraba 300 m desnivel, que seguro que me iban a sobrar, muy temprano partía por la carretera de la Playa de Carchuna.

Playa de Carchuna




 

Enseguida en Motril, el nuevo track resultó ser por el camino de servicio de un canal de riego de las huertas de frutas tropicales características de la zona, por lo que resultó bastante agradable, teniendo en algunos puntos vistas sobra Salobreña, encaramada en su peña.

Huertas de la vega motrileña


El camino, con algunas zonas de tierra en la parte final, conectaba con la antigua Nacional, poco antes de Vélez de Benaudalla, hacia donde me desvié buscando ya la carretera de la Alpujarra, con un primer repecho serio para llegar a la Presa de Rules.

Presa de Rules


A Órgiva, llegué con 50 km, en 2h:30, y desde aquí, tenía por delante una subida de 53 km con cerca de 3.000 m de desnivel, que se dice pronto.

El arranque conocido por ser territorio "La Indomable", lo realicé bastante cómodo porque sorprendentemente las piernas iban mejor que el día anterior. Tras atravesar Pampaneira, me desvié ya hacía terreno desconocido dirección Bubión y Capileira, tras 20 km de ascensión, dónde ya arrancaba la pista hacia el Veleta, aunque los primeros 3 km estaban perfectamente asfaltados, seguramente por el final de etapa que aquí se hizo en la vuelta 2015.

Inicio de la subida desde Capileria



Final del tramo asfaltado.

Seguía con buenas sensaciones, pero mi principal preocupación era gestionar bien el agua y la comida. Había rellenado en Capileira los dos botes y el de reserva que me traje con esta idea, pero me faltaban aún 35 km y  calculaba que tardaría más de tres horas por lo que iba bebiendo un sorbito cada 100 m de desnivel superado, y gracias a que hasta la cota 2.300 había bastante sombra por la vegetación y el calor no apretaba. De todas formas, cuando llevaba unos 13 km, afortunadamente vi que brotaba agua de entre unas piedras, y no dudé en beber y volver a rellenar. 



Hasta al alto del Chorrillo, ya a 2.700 m, todo iba a la perfección, gracias al buen estado de la pista, pero ahí se acabó la diversión. A partir de ese punto ya hay que seguir por un sendero muy dificultoso por la cantidad de lajas desprendidas de las paredes de roca y quedaban aún 14 km.

Parte final hacia el Alto del Chorrillo. 


Inicio del sendero hacia el Veleta.


Me lo había advertido Maté, pero no me lo esperaba tan mal, empezando a encontrar enseguida tramos totalmente impracticables, al menos para una gravel cargada con mochila, así que no hubo más remedio que hacerlos a pie. Algunos no creo que haya forma de superarlos montado en ningún tipo de bici...

Tramo final de la ascensión 





Esto me supuso un bajón enorme, empezando a preguntarme si había merecido la pena...el sitio era verdaderamente espectacular, con el aliciente de pasar por la base del Mulhacén, pero calculo que en total tuve que hacer a pie al menos dos kilómetros en total, llegando al final del sendero muy castigado, con dudas sobre si subir o no el tramo final hasta el Veleta. 




Pero ya en el cruce, pensé que si no lo hacía me iba a arrepentir mucho, por lo que gasté el último gramo de energía que quedaba, y aunque a pie también los últimos metros, pude hacerme la foto justo en el vértice geodésico gracias a una pareja de portugueses que andaba por allí.




Pico Veleta


Para subir desde Órgiva había necesitado nada menos que 5 h 30, terminando literalmente al límite...Menos mal que solo quedaba dejarme caer hasta Granada, no sin parar en el kiosco de Hoya de la Mora para tomar una Coca-Cola y coger agua, porque estaba seco. Allí, al verme con la mochila, un grupo de senderistas me preguntaron de dónde venía, y cuando les dije que desde Calahonda, se echaron las manos a la cabeza y me dijeron "eso es  un aventurón".

CLIC AQUÍ PARA VER RUTA: "Transnevada" etapa 3. Calahonda-Pico El Veleta (+ bajada a Granada)


Lo cierto es que pese a no haber disfrutado como esperaba en la parte final de la subida, el simple hecho de haberlo hecho, superando el reto de pasar de la cota 0 a la 3..394 del tirón, es lo que guardaré siempre en el recuerdo. Los números totales, 420 km, y cerca de 9.000 m de desnivel (un "Everesting"), en poco más de 24 horas de actividad.

Desde luego, esto es lo más extremo que he hecho hasta ahora, pero hay cosas mucho peores, como por ejemplo, "La Badlands", prueba de autosuficiencia non-stop con salida también desde Granada y que como anuncia en su web recorre "750km +15.000m a través de algunos de los lugares más remotos y desafiantes de Europa: los impresionantes bosques de la Sierra de Huétor, los desiertos de Gorafe y Tabernas, las costas salvajes de Cabo de Gata, las empinadas subidas de La Alpujarra y el collado más alto de Europa, Pico Veleta"...


Sobre el papel, muy atractiva, pero teniendo en cuenta lo que me ha costado hacer mi recorrido, que más o menos ha sido la mitad, creo que sería una temeridad plantearme participar alguna vez...

Lo que sí he pensado, una vez descansado, es una opción de "Transnevada corta" para hacer en un solo día subiendo igualmente al Veleta por el Sur...



CLIC AQUÍ PARA VER OPCIÓN "TRANSNEVADA CORTA"


Si surge la ocasión y alguien se apuntara, podría plantearme hacerla, cuando se me olvide que me prometí no volver a pasar por allí, claro.



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