lunes, 31 de diciembre de 2018

12 MESES, 12 RUTAS (2018)




Si la forma de resumir 2017 fue con una selección de  doce puertos subidos, uno cada mes, el balance de 2018 lo hago destacando doce rutas, que me han resultado “especiales” por motivos diversos, lo que ha sido complicado, ya que han salido más de 230, y ha habido que descartar muchas buenas.  




Enero
Guadalupe-Pico Villuercas-Cañamero-Guadalupe (Monasterio). Cáceres



Como de costumbre, el año lo empecé en Cáceres, y una visita familiar al Monasterio de Guadalupe, me permitió hacer una “escapada” por la zona y volver a intentar el ascenso al Pico Villuercas, de lo que ya había desistido en dos ocasiones anteriores debido al mal estado de la carretera, pero ahora sabiendo que tenía “vía de escape” para la bajada por la vertiente de Navezuelas, a través de la pista que hormigonaron hace unos años.

Monasterio de Guadalupe

La subida muy larga, pero sin grandes pendientes, sería ideal para el cicloturismo, pero lamentablemente, la carretera está peor aún de lo que recordaba, casi impracticable para bici de carretera en muchos tramos. Aún así, persistí, porque ya estaba en un punto en el que volver iba a ser más problemático, que seguir subiendo, hasta que con bastante esfuerzo conseguí alcanzar el desvío a Navezuelas. Dudé si dejarlo ya, pero viendo que el asfalto mejoraba algo, me animé a hacer los dos kilómetros que quedaban hasta la cima, aunque justo en el tramo final, me encontré una espesa niebla, que me impidió ver qué vistas había y sacar fotos.










Tras el descenso, por la pista de hormigón, relativamente cómodo a pesar de las continuas herraduras de 180 º, vuelta a la “casilla de salida”, por Cañamero, y atravesando el bonito desfiladero del Ruecas, para terminar  justo en el Monasterio, donde esperaba la familia.

Febrero
Vuelta a La Cabra desde Alhendín.

 
La primera gran ruta del año fue en Granada acompañando a la grupeta jerezana-lebrijana, en una “Vuelta a la Cabra”, saliendo desde Alhendín, aunque iba con prisa y ya desde Ontivar, tuve que seguir por mi cuenta. El resultado, 123 km y 2.400 m, a casi 23,5 Km/h de media, que no está mal para ser invierno. Curiosamente, según Strava, en los 24 km de subida a la Cabra hice RP por 7 segundos.

El grupo, terminando la subida

Como siempre que está presente Javi Quesada, tenemos un buen reportaje fotográfico y video resumen.
CLIC AQUÍ PARA VER VIDEO: La Cabra.




Marzo

Panes-Collada de Hoz-Potes-Fuente De (Cantabria)



 
En Marzo surgió la posibilidad de pasar unas “minivacaciones” en Cantabria con la familia, “casualmente” coincidiendo  con una de las pocas Marchas que se celabraban en estas fechas en la península, el Desafío Oscar Freire, en Torrelavega, que no siendo tan exigente como otras que se disputan en la región, como los 10.000 del Soplao o la Cantabrona, no estaba mal para “debut” en 2018, y tenía el aliciente de contar con la participación de D. Miguel Indurain como” artista” invitado.
 
 
 
Aunque el objetivo principal era ir a los Machucos, y me salió un etapón descomunal, con 5 puertos y más de 3.000 m de desnivel, me quedo con la “recreación” del final de Etapa en Fuente Dé, de la Vuelta 2012, en la que Contador hizo la célebre gesta de atacar a 50 km de meta logrando la victoria…
Salí, desde Panes, buscando Sobrelapeña, donde arrancaba de forma suave  el Collado de la Hoz, donde se produjo el ataque. Iba pensando en cómo fue posible hacer hueco en ese terreno, pero en Lafuente, encontré la  explicación en la rampa al 10 %  que hay a la salida, y que se prolonga durante 1 km.  Tras el descenso, ya en la carretera hacia Potes, un cartel indicador de “Parador de Fuente Dé a 38 km” sabiendo que todo picaba hacia arriba… qué bien me hubiera venido haber tenido "labor de equipo" como Contador,  porque la verdad es que los kilómetros pasaban muy despacio.
 

Picos de Europa desde Fuente Dé

Por fin en Camaleño, comenzaba la subida final, pero todavía quedaban 16 km.  En Espinama, ya solo quedaban 4 km, para la meta, los más exigentes, y tras el último esfuerzo la recompensa de disfrutar del maravilloso entorno de los Picos de Europa que rodea este enclave…
 
 
 

 
Abril
 
Después del viaje a Cantabría, no tenía marcados eventos importantes ni nuevos grandes retos hasta Julio, pero aún así, la Primavera de 2018 resultó muy fructífera, con bastantes buenas rutas por rincones que tenía pendientes o revisitando otros por los que hacía tiempo que no iba. Uno de los sitios a los que tenía ganas de volver, era el Yelmo, en la Sierra de Segura, y aprovechando el habitual viaje a Linares por Semana Santa, pude hacerlo. 
La salida desde La Puerta de Segura, para hacer una primera parada en el Castillo de Segura de la Sierra, acumulando ya unos buenos metros de desnivel, y desde donde me percaté que la cima del Yelmo estaba nevada. Tras bajar por el mismo sitio, tomé un “atajo” hacia El Robledo, entrando directamente en faena. Los primeros kilómetros, tal como recordaba, por medio de un pinar, enlazando curvas de herradura, y ganando altura de forma constante, con alguna rampilla a más del 10 %. Tras cerca de 10 km, estaba ya en el cruce, desde el que empieza el tramo final, de 3 km, a cerca del 10 % de media. Me animó bastante comprobar, que el estado del firme era perfecto (la última vez que pasé, había mucha gravilla, lo que complicó bastante la bajada), y además, empezaba a aparecer nieve acumulada en las cunetas.
Las vistas desde la cima, todo un espectáculo, reafirmándome una vez más, lo ideal que es Jaén para la práctica del cicloturismo…”Quien no lo conoce, no sabe lo que se pierde”.

El Yelmo (Sierra de Segura) 2018.
Mayo
 
El primer Gran Fondo de la temporada al que me inscribí, fue La Gran Fondo Costa de Almería, en Mojácar,  y el viaje de ida me permitió hacer una rutilla previa para conocer el Marchal de Enix, puerto de 16 km, con inicio  a nivel del mar desde Aguadulce, y cima a 1.020 m, muy prometedor sobre el papel.


Desierto de Tabernas.
 
El punto de salida, en pleno Desierto de Tabernas, que a parte del “rollo peliculero”, la verdad es que impresiona. En los primeros kilómetros,  di un rodeíto por Gádor, para después bajar hasta Almería capital y tomar ya la carretera de la Costa hasta Aguadulce.
 
 
 

Puerto de El Marchal. Almería.
 
Los puertos que arrancan en la costa, como Peñas Blancas, o el Repetidor de Mijas, suelen ser espectaculares, y este de El Marchal no iba a ser menos. No muy duro, salvo alguna rampa al principio, y con bonitas vistas del Mediterráneo en gran parte de la subida, para coronar en plena Sierra de Gádor.

 
Junio
 
Estando en Almería, se disputó la Etapa del Giro de Italia, en la que Froome puso todo patas arriba en el Col de la Finestre…lo que me motivó para volver a subir la vertiente no asfaltada del Collado del Alguacil en la primera ocasión que tuve, precisamente como “auto regalo” de cumpleaños.

Collado del Alguacil
 
Muy temprano y con bastante frío para ser 1 de Junio, ya estaba dirección al Pantano de Quentar, hasta el desvío de Tocón, donde comienza la pista, que sigue estando en bastante buen estado, salvo por algún tramito de grava que obliga a pasar con mayor precaución.
 
 



El puerto, no tiene grandes rampas, salvo en el tramito que hay asfaltado poco antes de coronar, pero con 16 km por tierra, se hace largo. 
La bajada, con mucha precaución acordándome de la caída que tuve la vez anterior, para llegar a Güejar Sierra y dirigirme a Hazallanas, comprobando que los primeros kilómetros siguen siendo igual de duros.
Subida a Borreguiles. Junio 2018.
Iba con la idea de subir hasta el Radiotelescopio, ya que quería pasar entre las imponentes paredes de nieve, que había visto que había tras la limpieza de la carretera. Así, superado Hazallanas, seguí por la carreta vieja hacia la Hoya de la Mora, pasando el Collado de las Sabinas, rebasando la barrera desde donde empieza “de lo bueno, lo mejor”.



Pero lo cierto es que iba ya justillo llegando a Borreguiles, con cerca de 3.000 de desnivel acumulado, y además, empezó a formarse niebla notando como bajaba considerablemente la temperatura, así que decidí que ya estaba más que satisfecho, y tras recrearme un poco en la nieve, me tiré para abajo, terminando con 103 km.

En 2019, volveré al Alguacil, para preparar uno de mis principales objetivos, el asalto al mismísimo Col de la Finestre…

Julio
Aribe-Ochagavia-Pto Larrau-Col Bagargui-Col Azpegi (Navarra-Pais Vasco francés)


Con la “excusa” de la participación en La Indurain, el objetivo del viaje a Navarra era tener “mi dosis de Pirineos” este año.

La prueba estuvo bien, aunque un percance mecánico pudo haberlo fastidiado todo, pero el plato fuerte era reconocer el recorrido de la Irati Xtrem, la gran prueba que se realiza en la zona, aunque decidí hacerlo en sentido inverso, ya que la vertiente francesa de Larrau ya la subí el año pasado, después de la participación en la QUEBRANTAHUESOS 2017
La salida, en vez desde Ochagavia, la fije desde Aribe, subiendo en primer lugar el alto de Aubarreá, que al ser fácil, permitía ir preparando el cuerpo para lo que esperaba. (118 km y 3.400 m de desnivel).
Pasado Ochagabia, por la carretera de los Valles Orientales, terreno de aproximación al Port de Larrau, hasta llegar al cruce de Isaba, donde empieza realmente la subida, afortunadamente, nada que ver con la que ya conocía, y que califican como la más dura de los Pirineos. En la parte final, paisaje de alta montaña y viento molesto, hasta llegar al túnel que sirve de paso de una vertiente a otra.
La bajada, entre la niebla, hasta la localidad de Larrau, para de forma inmediata, comenzar el Col de Bagargui, la mayor dificultad del día, aunque como la mayoría de los puertos de los Pirineos comenzaba de forma amable remontando el valle de un río.
A partir del 4ª kilómetro, la cruda realidad...el típico cartel con los datos, indicaba un 12 % de media, comenzando una auténtica tortura. El 5ª un 12,5 %...el 6ª un 13%...el 7ª un 11,5 %...aquí se cumple lo que suelo decir, de que un puerto es muy duro, cuando las rampas del 10 % resultan descansitos…

Col de Errozate. Julio 2018
 
Tras una hora de subida (para 9,5 km), por fin estaba en la cima, desde donde se sucedieron varios tramos de subidas y bajadas, hasta llegar a la cima del col de Errozate, comenzando un vertiginoso descenso, que pensando en que esto es por donde se subía en la Irati, me impresionó bastante.  
 
 
 

De forma inmediata empezaba el último escollo, el Col de Azpegi, ya bastante más cómodo que los anteriores, aunque debido al cansancio ya acumulado, también costó lo suyo. Desde la cima, ya terreno favorable hasta el coche, aunque cualquier repechito ya dolía mucho, llegando al límite, pero con la sensación de haber hecho algo extraordinario.

CLIC AQUÍ PARA VER: NAVARRA “XTREM” 2018


Agosto

En Agosto decidí realizar uno de mis “retos” más singulares hasta la fecha, una vuelta por etapas a la Provincia de Cádiz. Fueron cinco recorridos, todos con mucho interés, acumulando 650 Km y 8.400 m de desnivel en 26:45 h, quedándome con el trayecto “Castellar de la Frontera-Benalup”, por discurrir por mi zona menos habitual de paso.

Se preveía Levante y calor, pero lo cierto es que por la mañana temprano hacía bastante fresco, y el viento apenas se notaba, encontrándome incluso con niebla al empezar a subir el Puerto del Bujeo, tan espesa por momentos, que pensé que me impediría hacer fotos en condiciones del Paso del Estrecho, uno de los “objetivos” de la jornada.

Llegando a la cima, me animó ver lucir el sol, y ya en el Mirador, me sorprendió el espectáculo de la niebla cubriendo por completo la franja de mar, asomando África al fondo.

Mirador del Estrecho. Agosto 2018

Después del rápido descenso hasta Tarifa, el siguiente destino era Bolonia, pasando junto a las Playas de Valdevaqueros y Punta Palomas, muy apetecibles, y llegando a través de una pista de uso militar, alternativa a la carretera convencional, y que resultó durilla, con unas cuantas rampas a más del 10 % de pendiente.

No hace falta insistir mucho en lo especial que resulta este enclave, por la espectacular duna que caracteriza a la playa, y por la integración de las ruinas de Baelo Claudia, ejemplo paradigmático del urbanismo del Imperio Romano en la Península, pero si además, lo enlazas directamente con la Punta del Faro Camarinal, a través del carrilito de tierra que permite el tránsito hacia la “Playa de los Alemanes”, la impresión resulta aún mayor, y es que sin duda, el Parque Natural del Estrecho, es de lo más singular de la Provincia.

El siguiente objetivo era Vejer, continuando por la costa, desde Zahara de los Atunes a Barbate. De las posibles subidas, elegí la menos habitual, la que se coge desde la zona del Palomar de la Breña, que tiene sus buenas rampas, y obliga a pasar algún otro tramito de “sterrato”, para entrar por la zona más alta, donde se ubican los tradicionales Molinos. Tras el descenso, y tomar el desvío hacia Benalup, ya solo 20 km por delante hasta la “meta” en los que pude mantener bien el ritmo, sumando 132 km y 1.600 m de desnivel.

La experiencia resultó muy buena, y ya tengo pensado repetirla en la provincia de Jaén. Espero que sea posible en 2019.

CLIC AQUÍ PARA VER: VUELTA “RANDONEE” A CÁDIZ



Septiembre

 
Esta temporada Portugal ha vuelto a tener mucho protagonismo, pero es que está tan cerca y organizan tantos eventos buenos, que es difícil resistirse.  Con la excusa de participar en la GFNY Portugal, en Cascais, muy cerca de Lisboa, decidimos organizar el viaje en familia y con amigos, alargando un poco las vacaciones de Verano, con lo que  me pude dar el “capricho” de hacer una salida partiendo desde pleno centro de la Capital.
Una vez atravesada la zona metropolitana, por supuesto gracias a las indicaciones del GPS, la idea era pasar por Sintra, otro de los sitios turísticos más destacados de la zona, por sus espectaculares Palacios, para llegar hasta el Cabo da Roca,  también lugar frecuente de visitantes, por sus acantilados.
De vuelta, no sin dificultades, al equivocarme en algunos cruces, y metiéndome por tramos de Autopista, conseguí llegar a la “Avenida Marginal”, pasando por la Torre de Belém, sitio bastante icónico y parando en el nuevo Mirador del Ponte 25 de Abril”, con su característica silueta similar a la del Puente de San Francisco. (Al fondo, el Monumento a “Cristo Rei”, copia del de Río de Janeiro).

Ponte 25 de Abril. Lisboa.
Salieron unos buenos 98 km, y cerca de 1.500 m, de desnivel, números de “media montaña”.

 
Octubre
En Octubre ya tocaba bajar el nivel de exigencia, pero sí me permití alguna excepción como una ruta con salida en Olvera con la peculiaridad de pasar por 3 provincias, Cádiz, Málaga y Sevilla. El inicio por la ctra de Antequera hasta la localidad malagueña de Almargen, para tomar el desvío hacia Cañete de las Torres, ascendiendo el Puerto de la Sopa, de 6 km al 5% de media, que da paso a la sierra del Padrastro.
Desde Cañete, dirección a Teba por una carreterita que había sufrido las consecuencias del gran temporal que había padecido la zona días antes, encontrando mucho barro acumulado, lo que no me impidió llegar a la subida al Castillo, con alguna rampa durilla, pero sin mayores complicaciones.

Castillo de Teba.
Después de echar algunas fotos, de nuevo hacia Almargen, en sentido contrario, hasta el cruce hacia El Saucejo, y de allí a Algámitas ya por la provincia de Sevilla. Dudé si hacer la subida al Peñón, pero pensé mejor dejarlo para otro momento en el que haga falta entrenamientos más exigentes, a parte que el Puerto del Zamorano por sí mismo, ya tiene bastante entidad.
Desde la cima, bajada rápida hasta Pruna, volviendo a pasar el cartel de “Provincia de Cádiz” antes de empezar la subidita final hasta Olvera, saliendo en total 103 km, y cerca de 2.000 m. de desnivel.

Noviembre
Una salida improvisada, aprovechando un viaje de trabajo a Jaén, se convirtió en una de las más “épicas” del año. La idea era subir la Pandera, para no pasar 2018 sin hacerlo, saliendo desde Martos. Por variar, opté por hacer la subida desde Los Villares, pasando  previamente por Jamilena, encontrando en este trayecto una subida que no conocía (“Los Petrolos”, según el segmento de Strava) y que resultó bastante dura, con rampas a más del 13 % bastante mantenidas, preludio de las de la Pandera.
Atravesado Los Villares, conforme iba superando el Puerto Viejo, empecé a encontrar encapotado el cielo, pero no podía sospechar aún lo que me esperaba…
Pasado el desvío, y tras la primera rampa al 15%, empezó a bajar la niebla, que se iba haciendo más espesa conforme ascendía. En la curva donde empieza el “martirio chino”, ya apenas se veía, y unos metros después empecé a encontrar nieve en las cunetas.
Lo sensato, teniendo en cuenta que no llevaba ropa de abrigo, hubiera sido dar media vuelta, pero confiando en que arriba encontraría plásticos o cartones para la bajada, no desistí y me planté en la cima, de forma un tanto agónica, como siempre, y con la preocupación de ver cómo me las apañaba para bajar…el termómetro marcaba 5º, pero con la nieve, la niebla  y a 1.800 m. de altura, la sensación térmica era más fría aún…Me puse a buscar algo que ponerme, y vi a una familia en la nieve con unos sacos. No dudé en pedirle si tenían alguno de sobra, y para mi sorpresa, lo que me ofrecieron fue bajarme en su furgo hasta el cruce de Fuensanta. Les dije que no quería molestar, pero insistieron, así que cargué la bici y para abajo…Tras volver a montar, todavía me quedaba un buen tramo de bajada, y ahí comprobé de lo que me había librado, porque pocas veces he pasado tanto frío, llegando a tiritar tanto, que me costaba controlar la bici. Por fin ya en Fuensanta, entré algo en calor, terminando sin más dificultades,  y muy agradecido por la ayuda…como dice el amigo Paco “Braga”, “¡Viva la gente de Jaén!”.

La Pandera. Noviembre de 2018.
Diciembre


Y para cerrar el círculo, la última ruta del año, por la provincia de Cáceres, al igual que la primera, con salida en esta ocasión desde Plasencia, y solo con leer el título, por los sitios de paso, cualquiera puede imaginarse que ha sido algo excepcional, aunque nunca se haya estado en la zona.
Nada más de salir del núcleo urbano, las primeras pedaladas ya por pleno valle del Jerte, que aunque en esta época está “pelado”, sigue siendo un lugar especial.

                                                    Tramo final de la subida a Piornal
 
En realidad, el sentido de la marcha hubiera sido mejor al contrario, pero pesó más las ganas  de añadir al CV, la subida a Piornal desde Casas del Castañar, aunque finalmente resultó un poco “sosa” por el tipo de carretera. Menos mal que conforme se ganaba altura las vistas iban siendo cada vez mejores, porque si no, sus 17 km al 5% de media, se hubieran hecho muy largos.

 
Todo lo contrario que la vertiente de Garganta de Olla, que ya conocía de subirla en varias ocasiones, pero que me resultó más bonita aún bajándola, con un paisaje plenamente otoñal.

Descenso de Piornal hacia Garganta de Olla
Quería pasar por el Monasterio de Yuste, aunque solo pude asomarme por una ventana de la valla, antes de poner rumbo de vuelta a Plasencia atravesando la comarca de la Vera, pasando por Jaráiz y Pasarón,  y tocando el Valle del Tiétar, que recuerda bastante al del Jerte, aunque no vi cerezos.

Vista desde el Santuario de Nª Sª del Puerto.
 
 
 
La ocurrencia final, subir al Monasterio de Nª Sª del Puerto, a las afueras de Plasencia, endureciendo un poco más la etapa, pero sirviendo de colofón, disfrutando buenas vistas sobre la ciudad y su entorno.
 
 
 


Quedaba solo regresar al coche, y tomar la última imagen del día junto al Nuevo Palacio de Congresos, que tiene bastante interés desde el punto de vista de la Arquitectura actual.

Palacio de Congresos de Plasencia
 
La calidad en 2018, viendo este resumen, no ha estado mal, pero en cantidad, he vuelto a superarme sin buscarlo: 23.400 km (algo más de media vuelta al mundo) y 274.000 m. de desnivel acumulado (31 “everesting”) y el mapa cada vez más teñido, que es lo que más me motiva...
Mapa de Actividades tras 2018
 
De lo que no estoy 100 % satisfecho es del rendimiento, ya que hasta el año pasado, la mejora era constante, y en este he tenido la sensación de quedarme "estancado". No sé si el motivo es la acumulación de esfuerzos, el no realizar entrenamientos específicos, algún kilillo de más que no hay forma de quitarse, o simplemente que ya uno tiene una edad...
Para 2019, los objetivos principales ya están fijados: en Marzo, la Vuelta al Teide, y en Julio, la Etapa del Tour en los Alpes, y con el aliciente de estrenar máquina…ya iré contando.
 













 

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