jueves, 20 de julio de 2023

BURGOS 2023

Desde que empecé a participar en Pruebas Ciclodeportivas, siempre hubo una que me llamaba la atención, pero que luego nunca cuadraba para hacerla, ya que siempre coincidía con alguna otra de más renombre en la que terminaba inscrito (2015: La Marmotte2016: Pyréneénne 2017: QUEBRANTAHUESOS2018 La Indurain2019: L’ETAPE DU TOUR2020: Tour des Stations2021: GF Strade Bianche y 2022: L'Ariégeoise Cyclosportive)...

Se trataba  de la Marcha Lagunas de Neila, en Quintanar de la Sierra, que incluía la mítica subida final habitual de la Vuelta a Burgos, y gracias a que este año habíamos adelantado el viaje de vacaciones a principios de Junio, por fin tenía despejado el calendario, por lo que esta vez no me la quise perder, aunque al haber estado buena parte del año centrado en el gravel, no me sentía muy fino.



A la vuelta de Roma, tenía tres semanas por delante para prepararla, y una de las decisiones fue no tocar la gravel  para nada, por probar a ver si eso ayudaba a recuper mejores sensaciones en carretera. Tras algunas salidas con el CC Jerez, y alguna de más fondo, quise hacer una prueba en mi territorio favorito de entrenamiento, repitiendo un recorrido que había hecho justo hacía un año: La vuelta a la Sierra Bermeja, con salida desde Estepona, subida del Puerto del Madroño, paso por Pujerra ,  Juzcar y Jubrique, y regreso por Peñas Blancas…sufrí un poco en la subida a Jubrique desde el Genal, por la pista de Farajan, aunque prácticamente calqué los tiempos del año anterior, por lo que no debía estar muy mal.



CLIC AQUÍ PARA VER RUTA: Sierra Bermeja (pre Lagunas de Neila)


Y así me planté en Burgos, con idea como siempre de aprovechar el viaje para otros objetivos, y aquí estaba claro que la subida al Picón Blanco, que últimamente ha encontrado su hueco en el ciclismo profesional, llegando a ser final de Etapa de La Vuelta  en 2021, era uno de ellos.

La idea era subir por la cara habitual, la más dura,  que arranca en Espinosa de los Monteros, con 8 km, al 9% de media, incluyendo un par de ellos por encima del 11%.


 

La salida desde Villarcayo, poniendo "por error" dirección directamente a Espinosa de los Monteros, ya que el track lo había trazado en sentido inverso. Cuando me di cuenta ya había avanzado varios kilómetros, por lo que decidí continuar, encontrando un primer repecho considerable, el alto de Bocos, con 3 km al 6%, para tras superarlo, llegar ya cómodamente a pie de puerto con 20 km recorridos.  

La subida desde las primeras rampas no da tregua, pasando muy despacio los kilómetros, señalizados con su correspondiente cartel informativo con altura y pendiente. Pese a estar la cima a apenas 1.500 m de altitud, la parte final ofrece un bonito paisaje de alta montaña, que me recordaba por momentos al mítico Peyresourde. 

Parte final de la subida a Picón Blanco


Por fin arriba, pequeño desvío para llegar al cartel del puerto, y tras tomar un respiro y sacar alguna foto, bajada  por la vertiente que conecta al portillo de la Sía, asfaltada no hace mucho y que permite hacer un recorrido circular de vuelta a Espinosa de los Monteros.

Cima del Picón Blanco


Había pasado bastante calor a la salida, donde el termómetro marcaba 35 grados y en el inicio de la subida, pero en cambio bajando llegué a pasar frío, debido a unas corrientes de aire raras que encontré.

Inicio de la Bajada hacia Portillo de la Sía


De nuevo en el pueblo, tenía que volver a seguir el track en sentido inverso para llegar a otro sitio que quería visitar, la localidad de Puentedey, considerada como una de las más singulares de la provincia.

Hasta allí, un par de buenos repechos más, pasando cerca del denominado Monumento Natural de Ojo Guareña. Y ya en Puentedey, enseguida me encontré frente al Puente Natural, curiosa formación geológica en forma de arco generado por el paso del río Nela a través de la roca.

Mirador en zona Monumento Natural de Ojo Guareña.



Puente natural de Puentedey


El tramo final lo tenía previsto por la vía verde de Cigüenza, pero se me había hecho un poco tarde y viendo que el firme era peor de lo que esperaba, decidí salirme a la carretera y terminar lo antes posible, y bastante satisfecho de lo hecho.

CLIC AQUÍ PARA VER RUTA: Picón Blanco por Espinosa de los Monteros + Puentedey


El siguiente plan, visitar otras dos cimas emblemáticas, como son la Cruz de la Demanda y Valdezcaray, en la vecina Comunidad de La Rioja. Pero para rizar el rizo la idea era hacerlo cruzando la pista que une ambas cimas a través de la cresta de la Sierra la Demanda. El problema era que llevaba la bici de carretera, y el estado de la pista podría no ser el más adecuado por los comentarios que había leído sobre esta ruta en Wikiloc.



La salida sería desde la localidad de Ezcaray, subiendo directamente Valdezcaray, con unos primeros kilómetros exigentes, para luego ir suavizando hasta llegar al parking de la estación, donde arranca la pista que sigue ascendiendo durante 8 km, que vuelven a ser duros y con zonas de piedras sueltas que lo complicaba más. Llegado al punto más alto, el Collado de las Tres Cruces a cerca de 2,000 m de altitud, empezó a haber niebla por lo que me perdí algunas vistas que se intuían espectaculares.




Pista de la Sierra de la Demanda


La parte final, con algunas bajadas con el firme muy roto, fue lo más complicado, por lo que volver a encontrar el asfalto fue un alivio, aunque me decepcionó no encontrar ni un triste cartel indicador en la cima de la Cruz de la Demanda.

Cima de la Cruz de la Demanda

 Estuve dudando mucho en que sentido hacer la ruta, ya que lo más apetecible hubiera sido hacerlo al revés, porque la subida de la Cruz de la Demanda era mucho más atractiva como lo confirmé en la bajada...habrá que tenerlo en cuánto por si vuelvo por la zona.


Centro de Ezcaray




Tras el regreso a Ezcaray, vuelta a Burgos, y a descansar un rato viendo la etapa del Tour de Francia que estuvo súper interesante con la victoria de etapa del granadino Carlos Rodríguez, antes de hacer el segundo sector del día con un recorrido por el entorno de Burgos capital.

Antes de salir del núcleo urbano, paso por el Museo de la Evolución Humana, y como no, por la Catedral.

Museo de la Evolución Humana de Burgos.



Catedral de Burgos


La salida de la ciudad por la vía verde Santander-Mediterráneo, hasta que decidí abandonarla cuando el firme empeoró ya que no podía entretenerme mucho si no quería arriesgarme a que me cogiera la noche al haber salido tarde.

Vía verde Santander-Mediterráneo


Tome entonces la carretera “camino a Soria” hasta desviarme en Cuevas de San Clemente, por una carretera secundaria pasando por varias pequeñas localidades que me traían a la mente eso de la España vaciada. Un punto de interés fue el paso por la ermita visigótica de Santa María de Quintanilla de las Viñas, del siglo VII.

Ermita visigótica de Santa María de Quintanilla de las Viñas.


Desde aquí, inicio del regreso a Burgos, encontrando de nuevo la vía verde, aunque igualmente preferí seguir por la carretera que fue en paralelo hasta Barrio de San Juan, donde me desvié hacia Mondûbar y Carcedo, para hacer una última parada en el Monasterio de San Pedro de Cardeña.

Monasterio de San Pedro de Cardeña


La entrada a la ciudad, por la red del carril bici del parque fluvial del río Alarzón, lo que resultó especialmente agradable, completando en total otros 85 km.

Carril Bici por Ribera de río Alarzón


CLIC AQUÍ PARA VER RUTA: Entorno de Burgos


Sólo quedaba la prueba, a la que llegaba con 230 km y casi 4.000 m de desnivel acumulado en los días anteriores, algo que no es lo ideal, pero que es a lo que estoy acostumbrado.

Tempranito, viaje a Quintanar de la Sierra, y a prepararse para la salida.

En esta ocasión, casualmente acabé situado en primera línea por lo que me permitir rodar los primeros kilómetros en cabeza, que fueron muy rápidos, recorriendo 35 km en la primera hora, justo al inicio del primer puerto, el de Santa Inés, muy largo, pero suave, por lo que seguí yendo bien, aunque fui uno de los primeros en quedarme del grupo cabecero.

Tras el descenso, también muy largo, comienzo inmediato del  segundo puerto, el alto de Montenegro, más corto, pero con una pendiente constante entorno al 6%.

 

Inicio del Puerto de Montenegro


Parte final del Puerto de Montenegro

Arriba, primer avituallamiento, empezando a formar tras la bajada un buen grupito con el que hice el tramo rompepiernas que llevaba hasta la localidad de Neila, dónde se iniciaba el tercer puerto, tras el que ya se llegaba de nuevo a Quintanar, para iniciar la subida a las Lagunas ya con más de 2.000 m acumulados.


Cuando vi los números,en el GPS, 12,4 km y unos 700 m. de desnivel, pensé que eran similares a los del puerto de las Palomas, por lo que no debería ser tan difícil. Y en efecto, hasta 3 km para la cima, iba perfecto, pero a partir de ese punto, es donde se concentraba toda la dureza, estando siempre por encima del 10%, y con picos del 17%. Costó un poco llegar a la meta, pero terminé con la sensación de no haberlo hecho muy mal, consiguiendo una media al final cercana a 24 km/h, para 145 km y 2.750 m de desnivel.

Llegada a meta


En general, me gustó la prueba, pese a ser mucho más humilde que otras más famosas. Pero es que lo principal siempre es que el recorrido resulte atractivo, y con qué haya una mínima organización que garantice la seguridad en la prueba, no hace falta mucho más, aunque también es verdad que se hubiera agradecido una medalla finisher al la llegada a meta.

CLIC AQUÍ PARA VER RUTA: XXVI Marcha Lagunas de Neila


Y como no tengo remedio, después de esto, me han entrado ganas de volver a probar en alguna prueba más competitiva para tratar de averiguar mi nivel real, y casi seguro va a ser la Perico, este 20 de Agosto, con la mirada puesta en la QH 2024...


No hay comentarios:

Publicar un comentario